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EL CANTICO. DE LOS CANTICOS.
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Mandragorae dede runt
odorem. In porris nos t ris om–
nia poma : nova et vetera , di–
leCte mi , servavi tibi.
sos grados , y los di fe rentes progr esos de
la vi rtud de los fi eles. Se notan aqul tres
grados u 6rdenes de personas' que esran
al cargo de los que cuidan de es ta vi fi a del
Senor.
La viiia en.flor
o
en cierne
, repre–
senta el estado de a,quellos que comi en–
za-n a and ar en los caminos de! Seno r,
en lo-s. qualcs se descubre la mues tra del
fru to que puede ,esperarse por los bue–
nos deseos sue manifiestan '
y
por algu..:.
nos aCl:os no diflc iles de virrudes en que
se exercitan.
L as.flores
de que se van ya
formando los fruros , symboliz:in a aque–
llos que van hac iendo progresos en la vi r–
tud,
y
aunque
cosra de muchos esfoe r-
- zos
y
fJrivs van poniendo en obra sns
buenos descos. Ulrimam
enteen las gra–
nadas qu ando estin en fl.or , o quando
muestran aquella como coro
na que al'-
. roj an encima semej:mte a un a fl.or, o co–
Cmo se lee en
la traslacion de AQUTLA
~vo1~xv
,
se abrieron,
lo qua! no sucede
sino qu:mdo es tan ya en toda su sazon, '
se significa el estado de los perfeCl:os . La
I glesi a pues considera
y
reconoce en
sus hij os , si la
fo
se hall a bien establecida
y
arraygada en ellos ; si estos solamente
se conrentan con una que sea puramente
especula~ ,
sin procura r que vaya ::–
companada de la carid a l
y
buenas obras.
y
ulrimamente' si arraygados en la
fe,~
en una
fe
viva se ball an en estado de imi–
t ar los trabajos de Jesu Christo, y de su–
fri r po r
s
s
amor, a exemplo de los prime–
ros
fi.
Jes , quando en los primeros siglos
era p·erseguida la I glesia; pues entonces el
hace r profosion de la fe de J esu Christo,
era como levantar el es tand arte para ir a
padece r el marryrio. En este sen tido se
dice con verd ad ,
que la E sposa da sus
p echos a su E sposo ;
es to es , los tes timo–
n ios mas autenticos de su verdadero
y
13
Las mandragoras han
da–
do olor
1 •
En nuestras puertas
to–
dos los frutos
2
:
las
nuevos
y
afie–
jos3, amado mio, te guardo para
d.
tierno amor para con sus hijos , que Io
son rambien de la Esposa , a los quales
alimenta con la leche s,igrada
y
con el
vino excelente de sus pec.:hos , que poco
antes han sido comparados a los racimos
de las vides. Supr.
v.
8.
'
Esta es una expresion figurada : se
crefa que las mand ragoras teni an nna vi r–
tud particular para lograr la fecundidad,
como se ve por el hecho de R aquel, que
era esteril, quando las pid i6 a Lia so her–
mana.
Genes. xxx.
14.
En lo que se fi–
gura la grande fec undid ad de la I glesia,
que habi a de ser madre de tantos hijos
por la co nversion de las
ge n~es
a la fe de
J esuCbristo.
L as mandragoras dieron su
olor
, qu ando los Apostoles y sus suce–
i.o res difundieron entre los Pueblos este
olor fecundo de piedad, que como dice
S. PABLO
TT. Cor.
11.
14.
los hizo tri um–
plm·, y ser un olor de vida , para los que
debi an tener parte en la salud , ll egando
a ser hijos de la Santa Iglesia.
'2
A las mi smas puertas, sin necesid ad
de ir a buscarlos lejos , tencmos
to~ o
ge–
nero de fruto s dulces
y
delicados. As1
el
Hebreo. En
lo
que se da a emender la
prontitud de inimo ,
~
el zelo con que
ha·n de procurar la salvacion de las almas,
1os que estfo encargados de· ellas.
3
Lo que da a emender una grand lsi–
ma abu nd ancia:
L ev.
xxv1.
1 0 .
MATTH.
XIII.
5
2 .
yen esta abundancia el esmero
con que hace la eleccion la Esposa , pa–
ra reservar
y
presentar despues al
~po
so los .mas su aves y agradabl es. Como si
di xe ra: Te he unido p " la
fe
y
por la
religi on los jusrns del an tiguo y del nue–
' 'O
Tes t amento : te he consagra do los dos
Pueblos , el antiguo y el nuevo : a rl di rijo
y
encamino a beneficio tuyo tod as fa s bue–
oas obras que he hecho
y
que ahora hago.