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LA PROPHECIA DE ISAIAS.
8
Ait Dominus D eus , qui
congregat dispe rsos Is ael : Ad–
huc
congr~abo
ad eucn congre–
gatos ei us.
9
·
Omnes bestiae agri , ve–
nite ad devorandum , universae
bestiae saltus.
10
Speculatores ei s
caeci
I
•
.
•
omnes, nesc1erunt umvers1 : ca-
nes muti non valentes latrare,
videntes vana , dormientes , et
amantes somnia.
11
Et canes impudentissimi
nescierunt saturi tatem: ipsi pa–
stores
ignoraver unt
ifltelligen–
tiam : omnes in viam suam de–
clinaverunt , unusquisque " ad
ava, ritiam suam , a summo usq e
ad novis ·mum.
12
Venite, sumamus vinum,
anunciado Salom6 11' en
la
oracion que
~i
zo al Senor quando le foe d edicado ; pe-
. ro se cumplio mas perfelbmente en el
Templo verdadero de Dios
que es la
Igtes ia , a la qua! acuden hasla el dia
de
hoy , sin distincion ninguoa los hab ita–
dores de todos los Pueb los y
N
aciones
para ado rar al Senor, y e'mplearse en to–
do lo que pertenece a su culto externo,
y
ofrece rle priocipalmente
el
sacrificio in–
cmeoto de la Misa; que es lo que se en-
riende baxo el nombre de
oracion.
-
1.
Como si dixera:
Nv
c
ais, o
Ju–
dlos, que qu aodo llamo a los Gentiles a
mi lglesia , os excluyo por. eso de ella
a
voso rros ; porque la I glesia , t anto
c~ri
vues tra como de los Gen tiles : por lo qual
a vosotros
y
a ellos ll amare, derramadoi;
por todo el mundo.
R om.
x1.
1.
2 .
2
Mas por quao to vosotros , quan–
do os
·era agregar y un ir a Jesu Chris–
to , no me querreis oir ni obedecer ; dire
n las bestias de! campo
,
a
la feroz gen–
te de los Romanos :
V enid , devorad,
destruid a Jerusalem y toda la J udcfa.
s
Porque
sus atalayas
,
sus Doetores
"
lerem.
VI.
lJ.
el
v
I I I.
10.
8 Dice el Senor D ios, que
congrega a los dispersos d
Is–
rael
I
:
Aun le reunire
yo a
el
SUS
allegados.
9
Todas las bestias del cam–
po, todas las bestias del bosque
·z,
venid a devorar.
IO
Las centinelas de
el
3
cie–
gos todos, todos ignorantes : per–
ros mudos que no pueden l adrar,
que ven cosas va
nas, que duer–
men ,
y
aman los
suefi.os.r
1
Y perros descaradisimos
que no conocieron hartura : los
pastores mismos carecieron de in–
teligencia : todos se desvi aron a
su camino, cada uno a su interes,
desde el mas alto h as ta
el
mas
baxo
4.
1
z
Venid , tomemos vino
s,
y
M aestros ,
ciegos son todos
,
y
guias de
ciegos, MATTH.
xv.
14.
que igoo ran
el
verd ade ro camino por doode ban de
~ui ar
a 10s otros ., ciegos de codicia , de ambi–
cion
y
de disoluciori:
p erros mudo'S ,
por–
qlile l0s respetos humanos y
l a~
d idivas
les cierran la boca :
que
ven
cosa:r vana s;
y
as! no son Propheras , sino visionarios,
que hacen que crea el Pueblo como pro–
phedas sus suefios y vi siones, dormidos,
descuidado·s en todo lo que p ertenece a
so
oficio ;
y
gue aman los suenos
,
sui
·imposturas y tradici o\ies.
4
Que h abieodo pe rdid o del todo
la
vergtienza , sin t emer los juicios de Dios
oi
d e
los
hombres , no conocen t ermino
en su codicia ;
y
apartindose cada uno
d e!
c ~mino
que D ios
le
t ien e sefialado,
sol ant ore sigile el de sus propios intere–
ses . E Hos p asto res son voluntariamen te
c.iegos, y no quieren ab rir los ojost ?ara
ver y conocer el tiempo en que D ios los
visita, lleno de m ise ricordia , convidin–
dolos con .Ja reconciliac ioo
y
con la
paz.
s V
ed
qoa n grande es la ceguedad
y
obstinacion de eito • p aitores : lcjoi
de