LA PROPHECIA DE ISAIAS.
rum , quae
est
trans
flumina
AEthiopiae,
2
Qui mittit in mare lega–
tos , et in vasis papyri super
aquas. I te angeli veloces ad gen–
tem convulsarn
et
dilaceratam;
ad Populum
terribilem , post
q ue rn non est alius ; aft gentem
expe&a
.m
et
conculcatam,
cuius dir5.rpuerunt flumina
ter–
ram eius.
3
Omnes habitatores orbis
qui moramini
in
terra , cum
eleva tum fuerit signum in mon–
tibus , videbitis , et clangorern
tubae audietis:
4
Quia haec
dicit
Dominus
ad me : Quiesca111 et considiP,-
lo de alas, q ue es
ta
de la otra
paL·–
te de los rios de Ethiopia
i-,
2
Que env ia sus
2
mensageros
a la mar ,
y
en vasos de ju ncos
3
sobre las aguas. Id nuncios velo–
ces
4
a una Nacion corirnovida
y
despedazada ; al Pueblo terrible,
despues del qual no hay otro ;
a
una gente que espera
y
esta ho–
llada , cuya tierra arruinaron los
rios
5 •
3
Habitadores del rnundo uni-'
verso que morais en la tierra,
quando fuese alzado el pendon en'
los montes, vosotros lo vereis,
1.'
oireis el sonido de la trompeta
:
4
Porque e.5to me dice el Se–
nor a mf
7 :
Reposare
y
morar.e en
~~
~hos
navfos.
Alas
por
vel as.
V
ease la
fi–
gura d el
cymbalo
en
C ALMET
Dice. V.
Mus.
Este lugar es muy obscuro, como
afirma S\.
GERON YMO,
y
con t iene una pro–
pheda contra algun Pueblo coligado con
los enemigos de Juda y de Israel. No le
nombra ' solamente hace surescripci o n.
·
~
C omuomente se entiende el Nilo
con sus siete brazos , qne cad a uno es co–
ma on tio. Pues n inguno duda que el Ni–
lo co rre desde la Ethiopia hacia Egypto.
2
El re lativo
qui
mascul ino se refiere
a1
Rey de
fa
tierra , aunque no lo nom–
bra.
A
la
mar
:
Par el mar Roxo , el Ni lo
y
otros rios.
3
En barco's
y
navfos
.~mados
de
juncos '
0
de
an
arbol llamado
p apyrus:
y
de aqu!
pap'Yracea naves
par
PLINIO.
4
Pare~e
que estas son palabras
del
R ey de Ethiopia , que envia sus mensa–
geros a las
J
udfos , a los quales llama
Nacion conmovida y despedazada ,
par
las c
tinuas guerras con que habia sido
~fii gi
a.
Terrible
,
par las prodigios
y
portentos que Dios habia obrado en favor
suyo en Egypto
y
en el desierto :
des–
pues de! qua! no hay otro
con quien nin–
gun otro Pueblo pnede ser comparado:
gente que espera
el socorro de Dios , pe–
ro
abandonada
y
aun abatida por tierra.
5
Los
enemigos
y
Reyes que Ia
cm–
bi sfieron a manera de
impet uosas cor–
rientes de rios. En la exposicion d e csta
obscurlsim a prophecla van coma adiv i–
nando todos las lnter pretes , y nosot ros
segu imos aquello qne nos ha parecido mas
conforme al sentido de
la
letra,
y
a
la
serie de los hechos.
•
6
Estas parecen pal:ibras del Prop
be–
ta, como si dixera : E ste suceso' del es–
trago de los Ethfopes no sera en oculto,
sino en publico , de man era q ue llegari
:l
noticia de todos. Porque quando los
Assyrios levantaran
el ·
estandarte para
convocar sus hues
q_~;
y para venir
~obre
los Etb!opes ; todo"i;...sereis testigos de es–
te hecho , todos oireis el horrible sonid<>
de sus trom petas.
7
Porque oid lo que
el
Sefior me
ha
dicho :· Yo desde mi throno quieto y so–
segae o , me estare miraodo este espetl:i–
cnlo de mi veoganza en el estrago de los
Ethlopes. Quando estos se hall en envuel–
tos en tinieblas , es to es , en sus
1
~.flay o
res angustias , yo que habito en medi<>
de una luz clara y serena como es
la
def
mediodia ,
los con te rn plare con tod a se–
renid ad y reposo. Ellos sera n abrasados;
pero al modo que se t empla e l ardor en la
m ayor foerza d el estio con la lluvia quo