CAPITULO
XV.
439
qui
fugerint
de Moab
leonem,
et rcliquiis terrae.
a
Esto es, los soldados Babylonios,
que se enfor'ecerin contra ellos como leo–
nes. 0 tambien , a Nabucodonosor , que
nes a aquellos
1
que
escaparen de
Moab, ya
las reliquiasde la tierra.
se enfureceri como leon contra los
bi..,.
bonitas , par habe rl e resistido mas lar–
go tiempo. Vease
J EREMIAS XLVIII.
44.
CAPITULO
XVI.
Exhorta el Propheta a los Moabitas a que rindan homenage al Se–
ftor
,
y
t1'ate1!_ con humanidad a los Hebreos afligidos
,
prometien–
doles que tendrian parte en la /Jendicion que enviaria Dias a su
Pueblo por Ezequfas
,
figura de Christo. Mas
despues por
su
in–
flexible soberbia /es anuncia una extrema desolacion de alli a tre$
anos.
1
Emjtte
agnum , Domi–
ne , dominatorem
terrae ,
de
Petra deserti
ad
montem
filiae
Sion.
2
Et
erit :
Sicut avis fugiens,
et .pulli
de nido avolantes , sic
erunt ·filiae
Moab
in
transcensu
A·rnon.
1:
El Propheta en el Cap!tulo prec;e–
dente acaba de prophetizar la ruina de
los Moabitas , y
sigue representi ndola
t ambien en este . Y como
trasportado
por un momento desde la tierra al Cielo,
considerando las m
villas que Di as
le'
h ace conocer , alza
rito , y exclama
diciendo :
Enviad, Senor, el Cordero,
Dominador de la tierra
,
esto es , el Sal–
v ador Dias
y
Hombre ,
de la piedra
dd
desierto
;
porque debia proceder de R uth
extrangera y Moabita, que habiendo ies–
posado a Booz , foe madre de Obed , de
Jesse, de David , y par este d e J esu
Christ~
Esta es la exposicion comun de
las Padres . Muchos Hebreos leen de esta
$l1erte :
Enviad
el
Cordero
,
cl tributo de
los corderos ,
al Senor de la tierra
,
a–
plicando esto al Rey Ezequfas , y pre–
tendiendo que el Prophera· persuade a
lo~
Moabitas a que p ara evitar la ruina que
I
Envia,
Senor
1
-'itel
Corde–
ro , Dominador
d~
la tierra , de
la Piedra del desierto
al
monte
de
la
h
ija
de
Sion.
· 2
Y
sera
2
:
Como ave
que
hu–
ye,
y
·pollos
que
vuelan del nido,
as!
seran
las
hijas
de
Moab
en
el
paso del
~rnon.
les amenazaba de su parte, le pagasen el
tributo de cien mil corderos ' coma an–
tes hacian.
iv. R eg .
111.
4. Pero las Moa–
bitas nunca foeron
tribut~rios
de Jos Re–
yes de Judi , sino de los Reyes de Israe l;
y este Reyno habil sido ya destruido par
los Assyrio
v.
R eg.
xv Ir .
6. a no ser
que se diga que los exhort aba a qne pa–
gasen a los R eyes de Jud i el tributo con
que contribufan antes a Ios de Israel ,
y
que
~espues
de la muerte de Acaz no
q uisieron pagar.
r r.
R eg .
v111.
Vease
C ARR.
Dis . .sobre las Proph. P.
III.
n.
2.
s
V uelve el P,ropheta a conti
r la
clescripcion de! exterminio de los
oabi–
tas :
Y las hiJas de Moab serdn al p aso
del Arn6n como ave espantada que hu–
ye
,
o como los pollue!os
,
que no tenielf-d'O
aun plumas p ara
pod~r
volar
,
sa.ltcm
del nido ,
y quedan expuestos a ser la
presa del primer-0 que pasa
y
lo' coge.