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3

EL CANTICO

.DE

LOS CANTICOS.

ubera tua vino ,

· 2

Fragrantia

unguenti~

op–

timis. Oleum effusum

nomen

tuum : ideo adolescentula.e dile-

xerunt te.

3 Trahe me : post t_e curre-

chos

1

son mejores

que

el

vino

2,

2

Que exhalan la frag;anc;ia de

las rnejores ungiientos. Oleo der–

rarnado

es

tu

nombre

3 :

por

eso

las doncellas te

amaron.

3

Atraeme

4 ·:

en pos de

ti

cor-

~~

los

consuel

de su presencia ,

y

negin–

dose al amo r de todas las criaturas , pro–

testa

y

d ice : Que no tiene otra vida ni

om~

ambr que el de su Esposo.

Philip.

1.

2

r.

Pueden tambien por estos

6sculos,

que son symbolo de un amor sfocero

y

santo , ·entenderse los Dones del E spiritu

Sari to,

y

las inspitaciones interiores

y

pa–

labras de vida eterna con que consuela

y

alien ta a los suyos.

lo

ANN. vr.

69. Pero

mas,..,

principalmente se significan en

~sto

las ansias de la Synagoga, con las que de–

mand a ·ardientemente la Encarnacion del

Verbo coh' o el Senor lo habia prometi–

do. Pide que se verifique el 6sculo de

las dos naturalezas en la persona del Hi–

jo ; que se una con la misma Iglesia, co–

mo esposo con su esposa; que descienda

a ella como c

eza a su cuerpo , como

pasto1· a 'su grey , y como Pontlfice a su

Pueblo. Asi am6 Dios al mundo , que

le dio su Hijo Un!genito , para que todo

aquel que cree en el no perezca, sino quc

ctenga vida eterna.

loANN~

III.

16.

'

El Hebreo

Tiff:l ,

tus amores.

El

sentido ·es el mismo. El fmpetu de amor,

de que se hallaba penetrada , la hace df;!–

sear de

SU

Esposo' ann antes de nombrar–

le ,

y

sin usar de >rodeos , uoo de sus par–

ticulares favo res , al modo que .la Magda–

lena dixo a Christo, creyendo que era un

hortelano :

Senor

,

si tu le llevast

Por esta misma razQn , de repente

.–

de persona, y dexando a las compafi.eras, ,

con quienes comenzcS a hablar, dirige stls

razones al Esposo , como si le tuviera

presente.

r

c

pech0s los Padres entien–

den los dos

Testamentos

,

que ambos res–

piran el Celestial amor del Esposo Chris–

to, como prometido al mundo en el Vie–

jo,

y

como dado en el Nuevo.

· 2

.

Suele usarse el vino para hacer vol–

ver de un desmayo;

y

sup.oniendo que las

COl1;l pafi.eras se lo ofrecian para el mismo

Jin

1

lo desecha de s), diciendo , que no

qui ere otro confortati vo n·i rep aro , que

el amor

y

pesencia de su Esposo , mas

poderoso y eficaz para hace rla vol

ver,

que

todas las confecciones mas suaves

y

olo–

·rosas de!- mundo. Un ;ilma herida del a–

mor de Dios , en el que se hallan las ver–

dade~as

delici as ' tiene por oasura todas

las del mundo

y

d e· la carne.

3

Sigue decla rando las propiedades,

eficacia.y virtudcs del amor de su Esposo.

Oleo derramado,

dice,

tu nombre;

co–

mo si dixera: Tu nombre es 6le0, es un

ungiiento aromatico

0

agua de olor ' de

que hacian gran.:!e uso los Hebreos ; mas

Un

oleo

no encerrado en vasija , en donde

no se percibe su suavidad, sino es pa rcido

o derramado , que es quando mas

tras–

ciende:

y

por esto las doncellas que tan–

to gustan de buenos olores , se van todas

en pos de

ti,

atraidas de aquella admirable

fragrancia que las embriaga en tu amor.

L as almas puras , que esto se da a enten–

der en la palabra

rti'?7Y,

nghal.imoth ,

vir–

g~nes

, que se lee en el briginal , renun–

ciando a la corrupcion de! siglo ,

y

a las

concupisceocias de la car1,1e , son atraidas

a amarte ardientemente, por el buen o- ·

lor de los clones de tu gracia ,

y

de! Es–

p iritu Santo , con que e

1

P adre te ungi 6, ·

y que derramas sobre ellas. El nombre de

Chris to o de Messfas

que qui ere decir

Ung iclo

,

se derram6

y

difundi cS en todo

el mundo po

la predicacion del Evange–

lio : y muchos mill ares de almas , atrai–

d a de la suavidad de tan duke nomb re,

abrazaron la

fe,

.y

renuryciaron a la$ abo–

minaciones de los idolo.s ,

y

a las inmun–

dicias de

I~

came en que estaban sumer–

gidas. Eus1rn.

D cmonst. Lib.

1.

Cap.

1.

4

Yo por la enfermedad de mi natu–

raleza ,

y

por la herida que hizo en mi

alma el pecado , ' no puedo dar ni un ·solo

paso en tu amor; mas si me hicieres sen–

tir los efetl:os de tu gracia , me amt. traris

a

ti :

me ire en pos de

t1,

y 1io ya paso