c
IO
EL CANTICO DE LOS CANTICOS.
cula
Cedar
sicut pelles Salo-
monis.
5
N
olite
me
considerare
quod fusca sim, quia decolora–
vit me Sol :
filii
matris meae
pugnaverunt contra me ., posue–
runt me custodem
in
vif1eis:
vineam meam non cu odivi.
6
Indi~a
mihi ,
q
uem
diligit
Rey tan podcroso. La gracia de Dios a–
doro a interiormente de sus mas ricos e
inefables clones las almas de los justos , al
paso mismo que ellos estfo sujetos a las
cooseqiiencias de! pecado _original, de la
natural eza co rrompid a , y a las tribulacio–
nes ,
ent<iciones y otras miserias de la
vida. L as.'
f'er~.;:cuciones
, heregfas
y
es–
canda lo~
.,dg-n a la Iglesia en lo exterior
un aspell:o muy triste ; pero en lo inte–
rior se ve llena de riqoeza' magnificencia
y hermosura , porque esta adornada de
las mas excelentes virtudes ,
y
encierra
en sf tin
numer~o
exercito de Santos
y
de justos ; por lo que de ella con pro–
piedad se dice :
Toda la gloria de la hi–
ja de! R er ,por dentro. Psalm.
XLIV.
14.
• Muestra asimismo que aquel color
no le es natural; sino que lo habia con trai–
(fo
por haber andado al Sol , y esto no de
s.u grado , sino por foerza, como despues
.!ice.
v
ease la nota precedente.
•
El Hebreo:
Porque me miro el Sol,
quando estaba en su mayor fuerza, co–
mo
a
la hora del mediodia '
y
me tost6
toda con sus rayos.
Psalm.
xe.
6. El
ardor de las tribulaciones
y
trabajos
afligen a la Iglesia y a cada justo.
3
Los hijos de mi madre la S
goga al tiempo de nacer la Iglesia
e
Christo lidiaroo contra ella para acabar–
la.
-!·
ad Tfzitssalp.
14.
~llos
mismos me
obl1garoa...:;.rguardar las vifias de otros ,
y
entre tanto no pude guardar la mia. Nin–
gun genero de gente suele ser mas contra–
ria a la verdadera virtud , que los que la
profesan en solos los tftulos
y
aparien–
cias de fu era :
y
los que nos son en
mayor deuda y obligacion, a esos las
mas veces expcrimentamos mas capita–
les enemigoi. Conviene esto tambiea a
las tiendas de Cedar , como las
pieles de Salomon.
5
No me repareis
1
en que
soy rnorena, porque
el
Sol me
hi–
zo mudar de color
2
:
los hijos de
mi mad re lidiaron contra mi\ pu–
sieronme por guarda de
vifias:
mi
v1.fia
no guarde
4.
.
6 Muestrame
s
tu,
que eres el
los Pas.tores de almas , a quienes Ia ca–
ridad fraterna obliga a velar sobre los
otros , quando creen que no son sufi–
cientes para cuidar de si mismos. Y por
qoanto de! trato y conversaciou de Ios
hombres suelen caer en algunas faltas,
aun
Ids
hombres mas santos ; por eso
a cada pas0 -se les oye lamentar
y
sus–
pirar por la sol edad y el retiro.
4
El Hebreo :
Mi viita
,
que
a m(,
que era mia , o como traslada el Maes–
tro
L EON,
mia, remia, no guarde;
co- "
mo si dixera :
L a mi querida vifia de
mi alma.
En lo que se da a emender
quin propia es de cada uno su alma,
y quinto cuidado debe tener de ella.
Y t ambien por esta vifi a se entiende Ia
Nacion de los Judios, ahora abandona–
da
y
castigada , pero reservada por el
~eiior
para su fumra conversion.,
Ro–
manor. xr.
25 .
s Aqui comienza a intervenir el Es-.
poso , movido
y
llamado de los sus–
piros
y
clamores de su Esposa amada;
y
un dulce coloquio entre ambos , al
que da principio la Esposa , diciendo:
M!.eestrame.
. . .
Com~
si dixera :
i
0
quinto has .sardado en venir , Esposo
mio
!
sino querias
tomarte este traba–
jo, ( por que no me decias ,
donde apa–
cientas
,
d6nde
sesteas
,
que yo con
mucho gusto iria corriendo a buscarte
al mediodia
,
sin que me detuviese el
temor de exponerme a los rayos del Sol
en su mayor fuerz;?
(.
Dime qu·e lu–
gares sombrfos buscas para sestear con
el ganado? ( que abrevaderos para. apa–
centarle junto a ellos
?
Si yo lo supie–
ra , o
tu
me lo hubieras dicho , hubie–
ra corrido _luego · all a : pero no lo he
hecho, porno andar de cabana en car
.
I