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ADVERT ENCIA.
mas ajustada al Griego qoe
hoy
tenemos , de la qual usaron otros Padres , y aun
el mismo San Agustin.
L a Igl esi a ha reconocido en todos tiempos la soma utilidad , importancia y ex–
celenci a de este Libra ; pues aunque no tenia lugar en el Canon primitivo de
los Judfos ,
y
aun ella misma no le admiti6 desde luego en el suyo ; esto
no
obsta1)te le hacia leer, di ce San Geronymo ' , para edificacion del Puebl o.
Y Orf–
ge nes
Lib. v 1. contra Celsuni,
San Agus tin en muchos lugares, Casiano
Coll. xu.
y
otros P adres citaron ep.e Libra para confirmar los dogmas de la
fe :
y
el mis–
mo Aun>r Cap.
x xxn::.
habla a cada paso como un hombre inspirado de Dios ; de
lo
qu;d ninguno puede ya dudar despues de una solemne definicion de
ia
Igle–
sja en el Concil,io de Trento .
El
Ecle$iastico
no es de Salomon, sino de Jesus hijo de
Sid.ch, que vivio lar–
go ti empo d.espues
;
bien que muchos lo atribuyeron a aquel Rey por la seme–
janza del estilo ,
y
as! corria baxo del
tf
tulo de
Proverbios
,
o
Sentmcias de Sa–
lomon.
San Agustin
Lib. xvII. de Civt't. D ei Cap. xx.
En los
Proverbios
las sen–
tencias al parelier tienen menor enlace que en el
Eclcsiastico
,
en donde se ven
mas unidas ,
y
como reducidas
a
ciertos Capfrulos o tfrulos , en los que se com–
prehende la materia que se prqpone ; aiiadiendose al fin a los
precep~os
de las
costumbres los exemplos de los mayores . Todo el se puede dividir en tres .
par~
tes : en la primera desde el C ap.
1.
hasta el
:icx1v.
y
desde este hasta el
xLu.
habla largamente acerca de
la Sabidurfa ,
y
va entretexiendo senteocias de to–
dos generos conforme al pso de los sabias Iiebreos : y desde el Cap.
xLn. r
5.
_
comenzan~o
por las alabao;z;as
de
Dios , se va extendiendo despues en eocarecer
y
elogiar a los hombres
ma~
ilustres
de
toda la antigiiedad ; y
condo
ye
co
rt
una deprecac1on llena de piedad,
y
con
~na
santa exhortacion a los Judfos, per–
suadiendoles a ellos ,
y
en ellos a nosotros al estudio de este divino Libro ,
·a
fin que todos se !iprovechen de este grande thesoro '
y
de
las riquezas que
el
les ofrece.
Oxala nos sepamos aprovechar nosotros , y apreodamos a ser felices y sabios,
alimentandonos con sus buenas palabras ,
y
guardaodolas dentro de nues.tro co–
razon; porque como
el
mismo dice Cap.
L.
31.
El que cumpla lo que aqu{ estti
escrito
,
valdra para todo
i
porque la luz d f l Senor s.era hi que gHie
~us
p asos.
En
el , como que su dochina se extiende
y
conviene a todo genero de personas
de toda edad , sexo
'y9
oondicion , cada uno de nosotros podemos descubrir
lo
que debemos a Dios ,
a
nosotros mismos ,
a
la familia en que vivirnos ,
y
a to–
dos y a cad a uno en p articular · en una palabra , tod as las obligaciones de la
Religion
y
de la
vid~
civil ,
y
ptender reglai segura:o p ara reformar nuestras cos–
tumbres.
•
Epis1. cxv.
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