CAPITULO Xill. ·
· 2'
Et fecit malum coram
Domino , secutusque est peccata
Jeroboam
nlii
N abath , qui
peccare fecit Israel , et non de–
clinavit ab eis.
3 Iratusque est furor Domi–
ni contra Israel , et tradidit eos
-in manll Hazael Regís Syriae,
et in manu Benallad filii Hazael
cunél:is diebus.
4
D eprecatus est autem Ioa–
chaz faci em Domini , et audi–
vit eum Dominus : vidit enim
ang ustiam Israel, quia attriverat
eós Rex Syriae :
.
·
5 Et dedit Dominus salvato–
rem Israelí, et liberatus est de
rnanu Regis Syriae : habita ve–
runtque filii Israel in tabe.rnaculis
suis , sicut herí et nudiustertius.
6 Verumtamen non recesse–
runt a peccatis domus
ro–
boam, qui peccare fe it sracl
1
sed in ipsis ambulaverunt: si–
quidem et lucus per ansit · n
Samaria.
7
Et non sun
Ioachaz dt; Populo nls' quin–
qu aginta equites
,~t
decem cur–
rus , et decem millia ped itum:
interfecerat enim eos Rex .Sy–
riae
4
,
et redegerat quasi pul–
yerem in tritura areae.
1
Hazaél fué el ministro de la ira del
Señor,
y
se cumplió por su mano la pre–
diccion de Eliséo. Cap.
V II!. 12 .
• A la letra :
Como ayer y tÍntes de
arer.
Lo que alude al rey nado de J
oac.íz.3
MS. 8.
L a quexumbre.
MS. A.
El
a11gostura.
4
La Escritura no non¡bra quién fuese
esre : muchos creen que fué Joás , hijo
y
sucesor de J oacáz , que consiguió de los
11
Sup ra
vr11.
1 2 .
Toin.
JII.
2
E hl'lo el mal ·delante del
Sefior , y siguió los pecadÓs de
Jeroboam hijo de Nabáth, que
hizo pecar a Israél , y no se. a–
partó de ellos.
3 Y encendióse el furor del
Señor contra Israél , y en.trególos
en la mano de Hazaél Rey de.S
y-·
ría
~,
y en mano de Benadád hijo
de Hazaél todo aquel tiempo "'.
4
Mas
J
oacáz
Qr'Ó
postrado
delante del Señor , y,el Señor le
oy.ó ; pues vió la afliccion
3
de
Israél , porque los había
quebr~n
tado el Rey de Syria:
5
Y dió el Señor a lsraél sal–
vador , y fué librado de la mano
del Rey de Syria
4:
y hal:litaron
los hijos de Israél en sus tien–
daS¡
s
, así como ántes solian.
6 Mas no por eso se apartanol}
_. de los pecados de la casa de Jer.o–
boam, que hizo pecar a Israél, si–
no que andmv·eron en los mismos;
porque aun el bosque
6
subsisti4
en Samaria.
7
no quedaron a J oacáz del
Pueblo mas que
ci~cuenta
de a ca–
ballo, y diez carros, y diez mil de
a pie ·; porque el Rey de Syria los
había pasado a cuchiilo , y los ba–
bia quebrantado como el polvo
tri–
llado
7
en la era.
Sy ros
repetid~s
vrél:orias. El texto no obs–
tante parece insinuar, que esta
m ud~nza
en el estado delPueblo de Dios sucedió por
lo ménos en parte aun en vida de
J
oacáz.
s
En paz
y
sosiego.
6
El in fJ mc bo•que que habla consa–
grado Acáb ,
111.
~cg.
xv1.
33-' ~onde
se
daba culto a los ídolos , espcci.tlmente
a
Asta
rte.
7 .
MS. 8.
M allado.
V éase AMós
r.
3~
Sss