LIBRO TERCERO DE LOS REYES.
rz
Venit ergo Íeroboam et
omnis Populus ad .ltoboam die'
tertia , s_icut locutus fuerat Rex,
~
icens :
Reyertitni.niad me die
tertia.
13
Respond itque Rex Popu–
lo dura , dereliél:o consilio se–
niorum ·quod ei dederant,
14
Et locutus est eis secun–
dum consilium iuvenum, dicens:
Pater meu:r. aggravavit iugum
vestrum ,
e~l
autem addam iu–
go vestro,n: pater meus cecidit–
vos flagerns , ego autem caedam
vos scorpionibus.
I
5
E~
non acquievit Rex Po–
pulo : quoniam aversatus fuerat
eum Dominus , ut suscitaret ver–
hum suum • quod locutus fue–
rat in manu Ahiae Silonitae ad
Ieroboam filium Nabath.
16
Videns itaque Populus
quod noluiss eo au ire Rex,
respond it e· d teen
~ ~Qpae
nobls
pars in David ?
¿
vel quae he–
red itas in fil' o sai ? Va e in
tabernacula ua Israel , nunc vi–
de domum tuam, Davía. t abiit
Israel in tabernacula sua.
12
Vino pues Jeroboam
y
to–
do el Pueblo a Roboam el dia
ter~
cero ·, en conformidad de lo que el
Rey babia ordenado , d-iciendo:
Volved averme dentro de tres dias.
13 Y respondió el Rey al Pue–
blo con dureza, dexado el consejo
que le habían dado los Ancianos,
14
Y le habló segun el con–
sejo de los jóvenes, diciendo: Mi
padre puso un yugo pesado sobre
vosotros, mas yo añadiré aun a
vuestro yugo: mi padre os azo–
tó con varas , mas yo os azotáré
-con escorpiones.
15 Y oo dió oídos el Rey al
Pueblo; por quanto el Señor se ha–
bía apartado
1
de él, a fin de
cum~
plir su palabra qu·e habla pro–
nunciado por medio de Ah·ías Si–
lonita a Jeroboamlrljo de Nabáth:
16
Viendo pues el Pueblo
que no le babia querido oír el
Rey , respondióle diciendo: ¿Qué
parte tenemos n06otros
z
con Da.,.
vid?¿ o qué herencia en el hijo de
lsaí? Vete a tus
ti~ndas
, lsraél,
y
tú ,
D:
fld , cuida ahora de tu ca–
sa.
y
se retirówaél a sus tiendas.
~...-....._,
moderacion , como de una cosa que Dios
ha depositado en so persona , y de que
les pedirá una coeora muy estrecha si
abusan de él , faltando a las leyes de la
justicia. :{lero si por permision de Dios y
para castigo de los mismos Pueblos lle–
gan a abusar de sn poder , no hay po–
testad spbre la tierra qne pueda juzgarlos.
Solamente a Dios han .de responder de
una autoridad que 'de ·éJ solo han recibido.
1
MS. 7·
Era acarreo de parte del
Señor.
Dios por un oculto juicio de su
sabia providencia , y sin tener la menor
parte en la injusticia y desarreglo de la
voluntad de Roboam , la gobernaba de
t
a
Supr~JXI.
31. ·
tal suerte por la accion secreta de so po–
der , que este Príncipe se abandonó con
una entera libertad a nn consejo insensa–
to y pernicioso , desechando otro que
es–
taba lleno de sabiduria, y le era muy tltil
al
mismo tiempo ; y
esto
quiere signifi–
carse en las palabras :
Por quanto el Se–
ñor se habia apartado de
él,
para
ve–
rificar o cumplir....
s Como si dixerao : ¿Qué tiene que
ver la familia de David con nuestras Tri–
bus
?
Gobierne segun le pareciere conve"
niente el nieto de David su Tribu de Ju–
dá , y no se meta con nosotros , que no•
sotros ya buscaremos quien nos
gobiern~:>
.
'