CAPITULO 11.
4
Nemo militans Deo irn–
pllcat se negotiis saecularibus;
ut ei placeat cui se proba–
vit.
5
Narn et qui certat in ago–
ne , non coronatur nisi legiti–
me certaverit.
6
L aborantem agricolam o–
portet primum de fruél:ibus per–
cipere.
7
Intellige quae dico : dabit
enim tibi Dorninus in omnibus
intelleél:um.
8
Memor esto Dominum le–
sum
Christum
resurrexisse a
rnortuis ex semine D avid , se–
cund urn Evangelium meurn,
9
In quo laboro usque ad
vincula , quasi maJe operaQl;
sed verbum Dei 'llOn est alliga–
tum.
1 0
Ideo omnia sustineo p(o–
pter eleél:os , ut et;, ipsi salu-
s Daxo de este principio Jos antiguos
Cánones prohiben a los Clérigos la ncgo–
ciacion ,
y
el que
~e
metan en negocios
temporales , en tutelas , en cxecucion de
íddmas volunt:tdes... porque como bue–
nos Soldados de Jesu Christo en todas sus
ocupaciones
y
pensamientos no han de
llevar otro
fir1,
que el de agradar a aquel
Señor que los llamó
y
admirió para que
:>irviesen con esfuerzo
y
fidelidad en s_u
milicia.
Concil. Calcedon.
Ca~.
r
I I .
:z
T. Gr.
,.~
'r(9'ToAtyiÍcr<U1t ,
que le
escogió por su Soldado.
3
Eran varias las Leyes que había so–
bre los Arhleras , por b s quales se juzga–
b.t quién era el vencedor ,
y
quién el ven–
cido. Del1nismo modo el Ministro de Je–
su 'Christo no recibirá el premio de sus
trabajos
y
combates, sino ha peleado se–
gun el órden
y
las Leyes puestas por Je-
5U
Christo. El CHit
YSÓST .
H omil. rv.
• Todas estas comparaciones sirven
para inculcar a Timothéo esti" verdad:
que el único negocio de un Ministro de
Tom.II.
4
Ninguno que milita para
Dios, se embaraza en los nego–
cios del siglo ' ; a fin de agradar
a aquel a quien se alistó •.
5
Porque tambien el que li–
dia en los juegos públicos , no es
coronado sino lidiare segun ley ' ·
6
Conviene que el labrador
que trabaja recoja de los frutos el
primero
4 •
7
Entiende lo que digo
s:
pQr–
que el Señor te dará inteligencia
en todo.
8
Acuérdate que el Señor Je–
su Christo del linage de David,
resucitó de los muertos
6 ,
segun
mi Evangelio ,
~
E n el que trabajo hasta es–
tar en pris+ones , como un malhe–
chor ; mas la palabra de Dios no
está conmigo atada
1.
<eto Por tanto Jo
suf~do
por los escogidos ' , para que
J esu Christo es trabajar en la obra de D ios
con un zelo
incans~ble
y
con una exáéb
fidelidad en seguir sus reglas : sin lo qtlal
es ·tiempo perdido que espere la recom–
pensa. V éase a
TERT.
Lib.
nti.M?Irtyres.
s
<!on estas tres comparaciones ; co–
mo si dixera : No necesito decirte mas;
porque el Señor te hará conocer que to–
das ellas miran al cumplimiento de tu mi–
nisterio.
6
Alienta a TimothOO al trabajo , po–
niéndole
delant~
R esurreccion de
J
esu
Chrisro , que fué la recompensa ¿e sus
su~
frímicnros ,
y
el modelo de la rcsurrec–
cion gloriosa que esperamos como miem-
• bros de su cuerpo. S. THOMAS
L eE/. rr.
7
Esto lo dice porqne estando preso
predicaba
y
escribía Canas a las Iglesias.
a Por amor de aquellos escogidos qu""é
quiere D ios s.1lvar por medio de mi pre–
dicacion. Y cambien para que todos ven–
gan a l¡t fe
y
a
1:\
jusricia·
1
y
con ella al–
cancen la gloria , que les tiene prometida.
V éase Jo que dioe EsTro sobre este lugar.
Xx:.;