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526

EPISTOLA II. DE S.PABLO

A

TIMOTHEO.

Eunice : ccrtus sum a utem quod

et in te.

.

6 Propter quam causam ad–

mon.eo

te, ut re.suscites gratiam

D ei , quae est in te per impo–

sirionem manuum mearum.

7 Non • enim dedit nobis

D eus spiritum timoris, sed vir–

tu tis et dileél:ionis et sobrie–

ta tis :

8 Noli itaque erubescere

testimooium D ornini nostri, ne–

que me vinél:um eius : sed col–

labora Eva ngelio secundum vir–

tutem

D~i:

9

Q.ui

nos Jiberavit et vo–

cavit vocatione sua sanéta

t>,

non

secundutn opera nostra, sed ser

cu nd um propositum suut..l et g ra–

tiam quae data est nobis in Chri–

sro le u ante tempora saecuJaria.

10

":c~: 'l nife s tata

est autem -

1

JJ:~s

dos eran Hcbréas de nacion ,

y

Christir~o:ts

de profesion. Le pone delan–

te estos cxemplos domésticos de virtud

y

de fe , para que le sirviesen de eso–

mulo.

El

rcx¿o

Griego pone

~v«{GJ?rllftí'v,

que significa

ltvivar

1'1

fut'go.

El

ruego

que está cubierto de ceniza , ni alumbra

ni

d.1

calor : del mismo modo los dones

de D ios , que no se excitan

y

avivan con

b oracion

y

la mcditacion de las sagra–

das Escrituras , nc pueden ser útiles al

pi'Óximo :

y

esro

mir~yrincipalmente

·a los Obispos

y

Prelados Eclesiásticos.

El

CnRYSÓSTOMO

H omil.

r.

3

A

los

que

ha escogido

¡>Qr

Minis–

tros del Evangelio , no les

ha

d;1do es–

píritu de remar o de respeto mundano,

1ino de fort.tleza , p:ua hacer frente a

to–

das las dificultades

y

peligros : de cari–

dad , para

busc<~r

la

gloria de Dios

en

todas L1s ocasiones ;

y

de moderacion,

prudencía, sabiduría

y

templanza , para

a

Rom.-m.

VIII.

I f.

Eunice ' ;

y

estoy cierto , que

cambien en tí.

6 Porlo que te amonesto, que

a vives • Ja g ra.cia de Dios que ha

y

en

por la imposicion de mis

manos :

7 Porque D ios

3

no nos dió

espíritu de t emor ; sino de forta–

leza y de caridad y de templan–

za:

8 Por tanto no te avergüen–

ces del testimonio de nuestro Se–

ñor •, ni de mi que soy su preso:

ántes trabaja conmigo en elEvan–

gelio

5

segun la virtud de Dios :

9 Que nos libró y llamó con

su santa vocacion, no segun nues–

tras obras , sino segun su propó–

sito~

y

gracia que. nos ha sido da–

da en

J

esu Chrwto ánlles de los

tiempos seglares •.

10

Y que ahora ha sido roa-

gobernar bien

la

grey que les ha sido

Confiada. THEODORETO.

4

Confesándole en todos los lances

que te se presenten , auoquc por ello de–

b'}s sufrir las mayores ignominias

y

la

m1sma muerte , asegurado de que ésta se-–

rá tu mayor gloria , como puedes creer

que lo es para

J;:¡ cadena que al pre–

sente arrasuo por la misma causa.

Ephes.

I r I.

13.

San Pablo estaba

a

la

sazon pre–

so en Roma.

El

testimonio del Señor es

el

que Chrisro en la Cruz dió al Padre,

jr

los ChristiMios padeciendo

a su imi–

tacion. El Cr-IRYSÓSTOMO

H otnil.

IT.

s

T. Gr.

C7Vi'lt5t-'"':'ll'~..hcror,

compndéceU

conmigo

de los males que padece elEvan–

gelio , o de Jos que padecen por elEvan–

gelio. El Apósrol habla del Evangelio,

como de una persona que padece en quan–

to es perseouido de los Infieles.

6

Que Dios de toda eternidad decre–

tó darnos por los méritos de J esu Chris–

to.

S.

TnoMAS

L eE/.

JII.

b Tit.

III.

5.