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EPISTOLA l. DE S.PABLO A TIMOTHEO.
tens , R ex Regum et D ominus
Dominantium:
16 Qui solus haber immor–
talitatem , et lucem inhabitat
inaccessibilem: quem nullus ho–
minum vidit , sed nec v idere
potest : cui honor et imperium
sempiternum. Amen.
17 Divitibus huius saeculi
praecipe non sublime sapere •
¡
neq ue sperare in incerto divi–
tiarum; sed in Deo vivo, qui
praestat nobis omnia abunde ad
fruendu m ,
18 Bene agere, divites fieri
in bonis operibus , facile tri–
buere, communicare,
19 Thesaurizare sibi fuu–
damentum bonum in futu–
rum , ut apprehendant veram
vita-~-'t:.-,..
,
20~0
Timothee , deposi–
tum custodi , devitans profa–
nas voclUll novitates , et op-
.r
A los ojos humanos : increada, que
es
él
mismo. Dios
ei
luz ,
y
en él no hay
algunJs tinfébl:ts.
l oAN.
T.
5.
'
En el estado de viador
, ...
y
sin
:ser fonificado de
una
luz:
sobrenatural,
que se llama
lumbre de gloria.
S. THo–
NAS.
3
T. Gr.lC.p:hos- ,
poder ,fuerza.
l OAN.
l. 18 .
J.
loAN.
l ~.
12. C
4
Que no se csrimei\'J..oa sí mismos en
mas que a los otros : vicio mu
y
comun
e11
los
ricos
,
creyendo
que
1
dc
nadie
necesitan ,
y
que todos necesitan de
ellos.
s
T.
Gr.
~om~mc.lfs-
,
hum:uzos
,
socia–
bles, af.tblcs en
el
trato : o tambien pron–
tos
y
,.oJunrarios para hacer
a
los otros
p
3
~tict~~~c:c?oes
5
r~~o~i~l~e!~te
mundo athe
4
oran bienes
y
riquezas
1
no para sí , sinp
n L uc. %II.
15 ..
solo poderoso, el Rey de los Re–
yes
y
Señor de los Señores :
16 El que solo tiene inmor–
talidad , y habita una luz inacce–
sible ': a quien ninguno de los
hombres ha visto, ni puede ver
~;
al qua! sea honra e imperio sin
fin ' · Amen.
17 Manda a los ricos de este
siglo, que no sean altivos •, ni
esperen en la incertidumbre de
las riquezas.;
sino en el
Dios
vivo?
que nos dá abundantemente todas
las cosas para nuestro uso,
18 Que hagan bien , que se
hagan ricos en buenas obras, que
den
y
que repartan francamente
s,
19 Que se hagan un thesoro
y-un fundamento
sóli~
para lo
venidero
6 ,
a fin de
alcam.arla
-vida verdadera.
20
O Timothéo , guarda el
depÓsitO
7 ,
l.!
Vitando las nove a–
.des profanas de voces y de
para otros , como ellos mismos confiesan:
para los hijos , para los nieros ,
y
frc–
qiicmemcnte tambicn ,
sin
poderlo
reme-–
diar ni prevenir , para los extraños.
El
Apóstol los exhorta a
que
haciendo
un
buen uso
de
sus riquezas , athcsoren para
el Ciclo ,
y
pongan un fundamentO sóli–
do
,
par:t levantar sobre él
el
edilicio
de
su salud.
S.
'[uoMAS
Ldl.
r v.
7
El
depósito de
l.1
dotl:rina
que
has:
recibido de.: Dios ,
y
yo te
he
cncomcnda..
do en su nombre.
Lo
has
de enseñar
a
los
"-
otros sin altcracion
ni
menoscabo. Los
Obispos son los depositarios de
la
doéhi–
na
del Evangelio ; de
la
sana Moral.;
de
]a Disciplina Eclcsi.ísrica ,
y
al
mismo
tiempo
de las
almas : cuya salud buscará
el
Señor de
sus
manos.
V
éasc
el
caso
de
S.
Juan
en
EuSEBIO
Hist. E cd. Lib. IJJ.,
Cap.
~.XI
1 I.