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LOS HECHOS DE LOS APOSTOLES.
quo praevaricatus cst ludas ut
abi ret in locum suum.
26 Et dederunt sortes eis,
et cecidit sors super Matthiam,
et ann umeratus est cum unde–
cim Apost 0 1is.
1
Al I nfierno , que es la morada etc.:r–
na de los malos. El Traidor,.alevoso de un
D ios Encarnado no podia ser admitido en
el Ciclo , ni pudo sostenerle la tierra ;
y
así su propio lugar, o el lugar que Jo con–
venia era el Infierno. D.
D ERN.ARO.
s~r-
1110/l. V / 11.
in P salm. xc.
2
Dios , segun la Escritura , es
el
que
gobierna las suertes de todos. Muchos
excmpbrcs hay en
b.
Historia Santa, que
muestran claramente , que quando se tra–
ta
de cqnsultar
y
saber la voluntad d!
Dios
,
se puede lcgítimamenrc emplear la
suene
,
quando
no hay otro medio para
podcrl:t conocer. Lo que cxecuraron aquí
Jos
Apóstol~
puede servir de regla para
semejamos casos. Se proponen dos suge-
do, del qua! por su prcva ricacion
cayó Judas para ir a su luga r'.
26 Y pusiéronles las suertes •,
y
cayó la suerte sobre Mathias,
y
fué contado con los once Após–
toles.
tos en qtlicnes , segun el juicio de todos,
concurren las calidades neccs:ui:u para ser
elevados al Apostolado.
El
mériro era
igual en entrambos ;
y
así no quedaba ar–
bitrio a los Apóstoles p:na poder discer–
nir sobre qua! de los dos dcbia recaer la
eleccion de Dios. Para asegurarse de esta
acudieron primeramcnre
a
la oracipn ;
y
en seguida se valen de la suerte, como que
sabian que esta no es guiada por
el
acaso,
sino por la voluntad
y
como por
fa
ma–
no de Dios.
.En
todo esto dexaron
a
la
posrcllitlad un notable documento para
gue en la eleccion de los Ministros de la
l'glcsia solamenre se aticnd:l
al
mérito,
y
se consulte
a
Dios , olvid:mdo enteramen-
te qualquier respeto mano.
CAPITULO II.
D esciende el Espfritu Santo sobre los Apóstoles el din de Pente–
costes. L os J udfos quedan sorprendidos oyéndolos hablar en to–
das lenguas. Pedro t oman!ta la palabra
,
convence a los que
crelan que estaban fuera de sí
,
citándoles pm·a esto la Pt·ophe–
cla de J oét. Esta exhortacion de P edro hace que se conviertan
casi tres mil personas. M éthodo de vivir que observaban aque–
llos primeros fieles.
Et cum c:mplerentur
dics Pentecostes , erant omo"s
pariter in éodem loco ;
J
Era
el
espacio de oinqüenta días,
que pasaron entre la Pasqu:"t
y
la
V
enida
del Espíriro Santo. Los l udíos celebraban
muy solémnelhen
te la fiesta
de Pentecos–
tes en memoria ele haber .recibido la Ley
en ene di.a. Y :uí eJ Señor quiso .que
pan
T
Y
quando se cumplían Jos
dias de Pentecostes ' , estaban to–
dos unánimes en un mismo lugar;
el establecimiento de
la
ley nueva , en
que el .Espíritu de Dios debia grabar
los
divinos preceptos, no sobre tablds de pic–
dm , sino sobre
el
cor.lZon de los hom–
bres , sucediese alguna cosa semejante
2
la
que pasó en el .i\fo¡;ue de Sínai
,
qoan-