CAPITULO XIX.
partes: unlcuique militi partem
ét tunicarn. Erat
autem tunica
inconsutilis , desuper
contexta
per toturn.
24 Dixerunt ergo ad
invi–
cern : Non scindamus eam, .sed
sortiamur de illa cuius sil : Ut
Scriptura irnpleretur , dicens ' :
Partiti sunt vestimenta mea si–
bi: et in vestem meam mis;&runt
sortem. Et milites quidem hace
fecerunt.
•
25
Stabant autem iuxta Cru–
cem Iesu Mater eius , et soror
Matris eius Maria
Cleoph~e,
et
Maria Magdalene.
26
Cum vidisset ergo Iesus
l)llatrem et discipulum stantem,
quen:i diligebat, dicit Matri suae:
MuJier , ecce fi lius tuus.
27
Deinde dicit discípulo:
Ecce Mater tua. Et ex illa ho–
ra acccpit eam discipulus
in
sua.
28
Postea sciens Iesus quia
omnia consummata sunt
b
,
ut
consummaretur Scriptura, dixit:
Sitio.
29
aceta
giam
Vas ergo erat positum
plenum. Illi autem spon–
plenam aceta ,
yssopo
·
'"
Era la túnica figura de la Iglesia
ilt–
Jivisible,
y
uua
en fe
y
caridad.
'1
Unos quieren que fué muger ,
y
otros hijadeCieophas. Por
el
texto Griego
no se puede
determinar
el sentido.
3
¡Qué privilegio
y
qué honra para
S.
Juan!
¿El
mismo Jesu
Christo dió a la
S:mtísima Vírgen en su lugar
y
por hijo
suyo a Juan en
el
momento mismo en quC
iba a dcx.arla? ¡Mas qué cambio tan doloro-–
so
y
tan extraño para María, recibiraldiscí–
pulo por elMaestro,
y
ser llamada Madrede
Juan , siendo Madre del
Hij,de
Dios:!
a Psnlm.
XX/.
19.
Tom.I.
quatro partes
para cada Solda–
do su parte y la túnica. Mas la
túnica no tenia costura, sino que
era toda texida desde arriba •.
24 Y dixeron unos a otros:
N o la rasguemos , mas echémos–
le suertes de quien
s~a
; para _sue
se cumpliese la Escritura , 'l!ue
dice : Repartieron mis vestidos
entre sí , y echaron suerte so–
bre mi vestidura.
Y
los Soida–
PJlS
ciertamente hieieron esto.
25 Y
estaban junto a la Cruz
de Jesus su Madre, y la hermana
de su Mad re María • de Cleo–
p.nas, y María Magdalena.
26
Y
como vió Jesus a .su
Madre
y
al discípulo que ama–
ba, estando allí, dixo a su Ma–
dre: !Yiuger, he ahí tu hijo
3 •
., 27 J
Despues dixo al discípulo:
He ahí tu Madre.
Y
desde aquella>
hora el discípulo la recibió con–
sigo •.
28
Despues de esto sabiendo
Jesus que todas las cosas eran
y~
acabadas , para que se c!lmpliesé"
la Escritura , dixo : Sed tengo
s.
29 Habia allí un vaso lleno
de vinagre. Y eJios poniendo al
rededor de un hysopo
6
una es-
4
T. Gr. !ir
,-d.
rJ'Ic:t,
en su casa.
la
llevó a su cas:1 para que viviese en su
com..t
pañia;
y
la trató con el respeto que se de–
be a una Madre ,
y
tal Madre.
s
Psalm. LJCVTII.
22.Esrasedcor–
póral de Jesu Chrisro, era imágcn de otra
sed interior ,
qu~e
hacia desear ardiente–
mente la
recon~iacion
de los hombres
con su Padre.
6
Al t·ededor de mz
flJ•sopo
,
de
una vara o
cañ~dc
hysopo , que es
una plaat"a que crece mucho en
la
Pa–
Jestina. Otros : el hysopo atado a la caña.
11
I!salm.
LIVIII.
22.
Cccc
·