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SAN JUAN.

vobis eum foras , ut cognoscatis

quia nullam invenio in eo causarn.

5

Exivit ergo Iesus portaos

coronam spineam , et purpureum

vestimentum. Et dicit eis : Ecce

horno.

6 Cum

~rgo

vidissent eurn

Pon~l1lces

et Ministri clama–

bant, dicentes: Crucifige, cru–

cifige eurn. Dicit eis Pilatus:

Accipite eu m vos , et cruc.ifigi–

te : ego enim non invenio in

e~

causarn.

1

Responderunt ei Iudaei:

Nos Legem habemus, et secun–

dum L egem debet morí , quiat

Filium D ei se fecit.

8 Cum ergo audisset Pilatus

hunc sermonem, magis timuit.

9 Et ingressus est Praeto-.,

rium iterum; et dixit ad lefÁlm:

¿V nde es tu

?

Iesus autem re–

sponsum non dedit ei.

1

o Dicit ergo ei Pilatus :

¿ Mihi non loqueris ?

¿

nescis

~ia

potestatern habeo crucifi–

g"ere te, et potestatem habeo di·

mittere te?

le saco fuera ; para que sepais

que no hallo en él

cau.sa

alguna-.

5

Y salió J

ews

llevando una

corona de espinas, y un manto de

púrpura. Y díxoles Pilato : Ved

aquí el hombre'.

6 " Y quando le vieron los

Pontífices y los Ministros da–

ban voces , diciendo : Crucifí–

cale ,

~rucifícale.

Díceles Pilato:

Tomadle allá v.osqtros , y cru–

cificad.le

·: porque yo no hallo en

él causa.

1

Respondiéronle los Ju–

díos:

~esotros

tenemos Ley,

y

segun la Ley debe morir, porque

se hizo Hijo de Dios

2

8 Quando Pilato oyó estas

palabras, temió mas

3 •

9 Y volvió a entrar en el

Pretorio , y dixo a Jesus : ¿De

dónde eres tú ? Mas J esus no le

dió respuesta

4.

10

Y dícele Pilato : ¿A mí

no me hablas? ¿no sabes que

tengo yo potestad de crucificar–

te ,

y

potestad tengo de sol–

tarte

s?

~--......;

'

Ved aquí este H ombre ,

qúe voso-

do muestras

~ideo

tes de su Divinidad,_

tros -acusais de haber querido usurpar el

no .reconocieron orra

Ley

que la de su

fu-

.;Reyno. Ju

~ad

si un tal Hombre reducido

ror

y

odiO para pedir su muerte.

a tales térm nos, puede hacer sombra , nl

3

Le inquietaban por una parte los re-

dar

q~c

temer a los Judíos ni a los

Roma~ ~rdih1ienros

de su propia conciencia,

nos.

El

designio de Pílato presentándoles

viendo que condenaba a un inocente ;

y

a Jesu's en un estado, que podia mover

á

por otra los clamores

y

algazara de aquel

compasion a bs 'mismas fieras , fué de

pueblo que con desenfrenados gritos pe-

ablandar su corazon , "'iendo reducido

ar

dia su muerte.

últirno extremo a aquel Hombre en quien

4

Porque ya le l1abia hecho ver bas-

é!

les declaraba que no

J1L

encontrado

tantetnente su inocencia.

ninguna

causa ,

esto es ,

delito.

s

Este es discurso de un Juez iniquo.

s

La Ley de Moysés · condenaba a

Si Pilato habia conocido

la

inocenci:l del

mucn e a los blasphcmos._L,evit.

x x

IV.

I4··

Señor, las Leyes no le daban facultad pa-

y

csre es el supuesto

d~'ro

por

~

qual

ra condenar a un Inocente :

y

así en bue-

prcrcn~i.m :~hora

qúe fuese conden:rdo

Je-.

na Ley

y

re

~

de justicia debia ponerlo

s~ ~hnsro.

Dexando a un lado tantos pro-

en Jiberrad.

mismo tiempo que se jafu

d1gJO' ,

con

los

que el Señor les: k1bia da-

de su podar, teme vilmente a la llJebe.