CAPITULO XVIII.
ma nducarent Páscha.
29 E xivit ergo Pilatus ad
eos foras , et dixit : ¿Quam ac–
cusationero affertis adversus ho–
minem hunc?
30 Responderunt et dixe–
runt ei: Si non esset hic male–
faél:or , non tibi tradidissemus
eum.
3 r D ixit ergo eis
I-~atus:
Accipite eum vos, et secundum
L egem vestram iudicat<ll eum.
Di xerunt ergo ei Iudaei: Nobis
non licet interficere quemquam.
32 Ut • sermo les;¡ im–
pleretu r , quem dixit ,
~igni:ficans qua morte esset moritu-
rus. .
33 Introivit • · ergo iteruq¡
in Praetorium Pilatus, et voca–
v)t Iesum, et dixit ei : ¿Tu es
Rex ludaeorum?
comer la Pasqua
r.
29 Pilato pues salió fuera a
ellos ,
y
dixo : ¿Qué acusacion
traeis contra este hombre ?
30 Respondiero_n y dixéron–
le: Si este no
fuer~
malhecj¡or,
·no
te lo hubiéramos entrlga–
do •.
·3 r
D~xoles
entónces Pilato:
Tomadle allá vosotros, y juzgad–
~
segun vuestra Ley
3 •
Y los J u–
d íos le dixeron : N o nos es
lí–
cito a nosotros matar a alguno
4,
32 Para que se cumpliese la
~alabra
, que Jesus habia dicho,
señalando de qué
mue~te
había
de morir.
33 Volvió pues a entrar Pl–
!¡to en-el Pretorio, y llamó aJe–
sus,
~
dixole
: ¿Eres tú el Rey
de los J udios
s?
~-
<:n todos Jos siglos , derramando
b.
sangre
que entendía en tales negocios.
del mas inocenrc de todos
los
hombres.
4
Como si dixcran :
El delito
de este
1
La comida PasquaJ. Los otros
E-
hombfe merece la muerte ; mas nosotr '
vangclistas refieren , que Jesu Christo ha-
no tenemos facultades pará castigar deli-
bia comido el Cordero Pa.squal la tarde
tos de esta especie.
El
Consejo acab:1ba
antecedente :
y
hay fundamento para
de pronunciar: sentencia de muerte contra
creer que los Judíos h:tbi:mJ,Lecho lo
mis-
el Señor, diciendo>que habia blasphema-
mo. Y así estas palabras de
~uan
se de-
do ,
y
podian apedrearle si hubieran que-
b cn entender no del Cordero ]lasqual,
rido , comó hicieron despues con S. E
s.té-sino de las víél:imas pacíficas que los par-
varí ; porque esta era la pena con que cas-
riculares ofrccian duranre Ja solemnidad
tigaba la
l ey
a los blasphemo' Mas co-
..J
Je
1:t
Pasqua , cuya carne comían.
Est~
mo el furor de los Judíos se extendía no
·víél:im:ts Pasquales algunas -\•eces son !la-
solo a condenarle a muerte, sino a muer-
madas
P
nsquas
en la Escritura.
te la mas afrentosa ,
y
que se daba
sola~
11
Como quien dice : Poca mérced nos
mente a los esclavos :
y
como por otra
l1aceis, o Gobernador , en preguntarnos
r,;ute se debia cumplir lo que
el
Señor ha-
de este modo. ¿No basta nuestra palabra,
bia significado que moriria en una Cruz,
y
que te le traygamos aquí como reo,
por eso le cnrre»1ron al Magistrado R o-
p:mt que
t{¡
sin otra informacion le con-
mano, acusán'cíole dcspucs de sedicioso
y
denes? ¡Exttaib forma de jtJlcio!
de reo de estado, como que a él
y
no a
' Porque sabia Pilato que este era
ellos tocaba conocer
y
castigar semejan-
un negocio de Rcligion ,
y
no que-
res delitos.
~
ria ntezcbrse en él,· puesto que
el
Sy-
5
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Messías
J
ese R ey que los Ju-
nedrio o Consejo de Jos Jtclíos era el
díos esperan?
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