SAN JUAN.
2 1
¿Quid me interrogas? In·
terroga eos, qui audierunt quid
locutus siro ipsis : ecce hi sciunt
quae dixerim ego.
22
Haec autem cum
dixis~
set , unus issistens Ministro–
ru~
dedit alapam Iesu , di–
cens : ¿Sia respondes Pontifi–
ci?
23
Respondit ei Iesus : Si
male locutus sum , testimonium
perhibe de malo : si autem be•
ne , ¿quid me caedis?
24 Et • misit eum Annas
li–
gatum ad Caipham Pontificem.
25 Erat autem Simon Petrus
stans, et calefaciens se '· Dixe–
runt ergo ei : ¿Numquid et tu ex
discipulis eius es? Negavit
il–
le , et dixit: Non sum,
•
26 Dicit ei . unus ex strvis
P'ontificis , cognatus eius cuius
abscidit Penus auriculam : ¿Non–
ne ego te· vidi in horto cum
il–
lo?
(J27
lterum ergo negavit Pe•
trus: et statim gallus cantavit.
28 Adducunt ergo Iesum a
Ca.ipha in Praetorium, Erat au–
tem mane : et <ipsi non in–
tro!erunt in Praetorium ' , ut
l!On contaminarentur , sed ut
t
21
¿Qué me preguntas a
mí ~
Preganta a aquellos, que oyeron
lo que yo les hablé : he aquí estos
saben lo que yo he dicho.
22
Quando esto hubo dicho;
uno' de los Ministros que estaba
allí
di~
una bofetada a J esus, di–
ciendo :¿Así respondes al
Pontí~
fice?
.
23 €'Respondióle Jesus : Si he
hablado mal , dá testimonio del
mal : lf1as si bien , ¿por qué me·
hieres?
24 Y Anás envióle ' atado al
Pontífi141e Caiphás,
- 2
5 Estaba pues allí en pie
Simon Pedro calentándose. Y
dixéronle : ¿Nó eres tú tambiett
de sus dis¡;ípulos? Negó
él, '/
dixo: No soy,
26 Dicele uno de los siervos
del Pontífice , pariente de aquel
a quien Pedro habia cortado la
oreja: ¿No te ví yo a tí en el
huerto con él?
27 Y otra vez negó Pedro:
y
luego cantó el gallo,
28 Llevaron pues a Jesus des–
de casa de Caiphás al Pretorio •,
Y era por_2a mañana : y ellos
no entraróii en el Pretorio , por
no co¡¡taminarse
3 ,
y -por poder
~--......;
.s
Misit.
Este es un Hebraismo :
el
prcterito perfeél;o por el plusquamperfcc–
ro ; porque los Hébréos carecen
de
este
tiempo:
habia enviado.
Otros Intérprete,;
toman el
misit
en
su propio tiempo,
en-
vio.
~
~
Se llamaba asf el Palacio de los Go–
bernadores que enviaban los Rorhanos
a
h s Provincias.
Aquí
puede significar la sa–
la
de
Audiencia en
donde~ía
de
ju¿{icia.
a Matth. x.rvr."51. Marc. .rry,
53·
L uc. xx¡¡.
54·
b M.1t1h.
.r.xv¡.
69. l!'!4rC.JCIV·
67.
'-
e·J
los Jucüos creían, que en
entrando
en una casa de un Gemí! contraían una
impureza Iegal,que Jos impedia tener par–
te en las ceremonias de la Religion
,
a
lo
ménos hasta la tarde del mismo dia. Muy
escrupulosos andaban los
J
ud}os en no
querer entrar en el Palacio de un Juez in–
fiel, al mismo riempo que no hacian
es–
crúpulo de cometer el mas horrendo
y
detestable de todos los delitos cometidos
Lzié.
XXI
r. t.·6.
t.:
Matth. xxvr r.
2,
Marc. xv.
r.
Lu~. ZZIJJ,I,
Aflor. z .
:18.
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·
3•