SAN LUCAS.
5
In quamcumque domum
i
ntraveritis, primum dicite: Pax
huic domui :
6
Et si ibi fuerit :filius pa–
. cis , requiescet super illum pax
vestra ; sin llUtem, ad vos rever–
t4::.u.
7
In eadem autem domo ma–
nete, edentes et bibente.s q uae a–
pud illos sunt • : dignus est enim
operarilJS mercede sua. N olt.e
transire de domo in domum.
8
Et in ' quamcumqueCivi–
tatern intraveritis, et susceperint
vos , manducate quae apponun!\u
yobis :'
9
Et curate infi rmos , qui
i n
illa
sunt , et dicite
illis:
Appropinquavit in vos ,regnum
D e1.
1 0
In quamcumque autem C i–
v itatem intraveritis , et non su–
sce perint vos , exeuntes in pla–
teas eius , d icite :
I I
E tiam • pulverem , qui
•·adhaesit nobis de Civitate ve–
sera, extergimus in· vos : tamen
hoc scitote,
q~·a
appropinqua–
vit reg num D
·:.'
12
D ico v ,. is, quia Soda–
m is in d ie
illa
remissius erit,
li'
quam<- illi Civitati.
blos el Rey no de Dios, no pierdan el
tiempo en semejante¡ inútiles ceremonias.
S.
M AT HEO
x.
JO.
l
S.
M ATHEO
x . to .
Este
era
el mo–
do de saludarse
,
coc el que se deseaban
roda prosperidad , felicidad
y
bendicion.
,.
Que sea digno de vuestra paz , co–
mo
se
expone en
S.
M AT HEO
x.
13.
:s
Esto es ,
aunqu~s
he dicho que el
obrero que trabaja debe ser alfinentado;
y
por consiguiente que se os debe dar lo ne–
c.:csario para que podais vivir: esro no obs-
1+
--rtt/J. x .
10 .
D~uttr.
xxrY:
14 .
5
En qualquiera casa que
e ntrá reis_ , primeramente decid:
P az sea a esta casa
' :
6
Y si hubiere alli hijo de::
paz • , reposará sobre él vu¡:s–
·tra paz ; y si no , volverse ha a
vosotros.
7 Y
qued.áos el\ la m isma ca–
s~.,
co¡niendo y bebiendo lo que
ellos tengan : porque el obrero
dig~
es de su salario. No paseis
de casa en casa.
8 Y
en qualquiera Ciudad
en
ti,.'
le entrá reis , y os recibie–
.re•t.:,'' comed lo que os pusieren
delante
3 :
9 Y
curad a Jos enfermos,
que en ella hubiere, y decidles:
Acercádose ha a vqsotros el R ey ·
no de Dios.
ro M as
si
en la C iudad en–
que entráreis , 'no os recibie–
ren , salid a sus plazas , y de–
cid:
r r
Aun el polvo, que se nos
ha pegac!o de vuestr¡l Ciudad, sa–
cudimos contra vosotros : Sa–
ped no obstante, que se
ac~rcó
el Reyno de Dios
4.
I ~
e.
Dígoos, que en aquel dia
será tratada Sodoma con ménos
rigor
s
,
que aquella C iudad.
tanre no debcis ser molestos en las
casas,
y
os habeis de comentar coo lo que os
pusieren ddianrc , con tal que sea lo sufi–
ciente para poder vivir. D e este modo·re–
cibís lo que os es debido ,
y
al mismo
tiempo mostrais vuestro desinterés,
y
que
lo que buscais no son los bienes percaedc–
ros de b tierra , sino el ttprovechamienro
espiritual de los pr6ximos ,
y
la salvacion
de sus almas.
4
El
,._;·,ssías
dadordel Reyno de Dios.
5
MS.
M asp erdonaáera seriÍSodomtJ.
r .Timoth. v.
18.
b . A flor.
X IJJ.
p .