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186

SAN MARCOS.

26 Et discerpens eum spiri–

tus immundus, et exclamans vo–

ce magna , exiit ab eo.

27 Et mirati sunt omnes, ita

ut conquirerent ínter se, dicen–

tes : ¿Quidnam est hoc ? ¿Quae–

na'?n doétrina haec nova

?

Quía ·

in potestate etiam spiritibus im

mundis . ímperat , et obediunt

ei.

28 Et processit rumor ebs

statim in omnem regionem Ga-

lilaeae.

·

29 Et ' protinus egredientes

de Synagoga , venerunt in

db–

mum Simonis et Andreae, cum

Iacobo et Ioanne.

30 Decumbebat autem

so–

crus Simonis feb ricitans: et sta–

tim dicunt ei de illa.

3r Et accedens elevavit eam,

apprehensa manu eius : et conti–

nuo dimisit eam febris, et mini–

strabat eis.

32 Vespere autem faéto cum–

ccidisset Sol, afferebant ad eum

omnes maJe habentes., et daemo–

nia habentes :

1

Este hombre poseído del Demonio

es una viva imágen de aquellos que esran–

Óo metidos en los vicios, quieren conver–

tirse a Dios. Luego que una alma empieza

a disgustarse de sí misma para volverse a

su Criador , el antiguo e implacable ene–

migo de su salud mueve en ella tcnw;io–

nes mucho mas violentas que las que 'ex–

perimentaba ánres,¡ .pero enr6nces con

el

exemplo de este

e~emoniado

debe hacer

fi:enre al furor de su enemigo , sin turbar–

se por los nuevos esfuerzos que hace con–

tra ella

;

pues estos f-Ueden aprovechar

para convencerla de su

pro)(,~

flaqueza,

y

de la necesidad que tiene der socorro del

Salvador , coo

el

qual codos los ardides

26 Yel espíritu inmundoator-'

mentándole violentamente,y dan–

do grandes alaridos salió de él'.

27 Y -maravilláronse todos,

de modo que se preguntaban unos

a otros, diciendo: ¿Qué es esto?

¿Qué nueva doétrina es esta •.

~

Pues que con imperio manda aun

l

los mismos espíritus inmundos,

y

obedécenle.

2¡>

Y se extendió luego su fa–

ma por toda la tierra de la Ga- .

lilea.

::Q

Y saliendo luego

3

de la

Synanoga , fueron a casa de Si–

mon y de Andres, con Santiago

y con Juan.

30 Y Ja suegra de Simon es–

taba en cama con fiebre, y habJá–

ronle luego de eÜa.

31 Y acercándose , tomóla

por la mano, y levantóla : y lue–

go la dexó Ja fiebre , y les ser-

via.

-

32. Por la tarde puesto ya

el Sol , traxéronle

todos

los

enfermos • , y los endemonia–

dos:

de este espíritu tentador, léjos·de dañarle

·

se

le converrir:'1n en mayor bien

y

prove–

cho. S.

GREGon. M AGN.

iuEzech. Lib. r.

1 •

H omi!. x Ir. uum.

24.

2

Nueva

para los Judíos ,

que hasta

cnr6nces

M

h:abian conocido la necesidad

que

re~ian

de humilla

rse p

ara

quedar~

li–

bres de la esclavitud

d.cl

Demonio ;

y

uueva

para los Gcnti!Cs , a quienes el

exemplo de un Dios encarnado era roda–

vía nuevo , pero necesario para inspirarles

una verdad ran opuesta a su orgullo

y

va–

nidad.

3

Jesus

y

sus discípulos.

4

En el Cap.

1v.

23. de S. MAm•o

y

en orra!r partes se dice , que curaba ro-