VI
DISERTACION PRELIMINAR.
penden en quanro sea posibJc al original. Ni se puede negar a la
lglesi:~
esta
in~pcccion sobre
el
uso que se hace de la palabra de Dios
y
de. ,las Escrituras div)–
namcntc inspiradas para nuestra salud ,
y
encomendadas a su fidelidad. l'orque cp–
rno dice el Apóstol San Pedro •: ,Debemos comprehender ante todas cosJs , que
, ninguna prophccía de la Escritura depende de la. interpretacion de
~n
panicular,
,
ucSto que
la
prophecía jamás ha procedido de la voluntad humana , sino de la
inr
,, piracion del Espíritu Santo, . por la qual Jos hombres santos han hablado de Dios.J'
Yc
así, pues recibimos las..Escrituras de la mano de la Iglesia ; de l:t boca de la misma
debemos aprender
su
verdadera
interprctacioh
y
sentido : siendo así que los mas de
Jos errores y .de las heregías han
na~do
de la mala inreljgencia de bs Escrituras,
y
de haber sostenido los Seébrios con audácia
y
'temeridad lo que no entendían ".
.
En conseqiicncia de esta regla
,
y
en virtud del uso que en otro tiempo hizo
la
Synagoga,
y
dcspues coostamementecha hecho
P.t
I glesia desde el tiempo de Jos
Apóstoles hasta nuestros dias,
es
célebre la traslacion del
~iguo
Testamento H c–
br'éo al Griego conocida por
el
nombre de los Setenta lntér.prctes ; la qual se tiene.
~or
legítima en la I glesia Latina,
y
por aprobada en la Griega
3,
para que .los fie-
1es tomen su doéh ina por regla de su creencia
y
de sus costumbres. Y los Sancos
~,ad~cs
,
cspecialm~nte
el Chrysóstomo
4
,
miran como uno de los mayores milagros
de
la
Providencia divina
el
que un Rey bárbaro , ageno de
la
verdader:t Religic:m
y
epemigo de
la
verdad
y
del Pueblo de Dios
,
como era Ftoleméo Philadelpho,
•emprendiese
la
version de la $agrada Escritura en Griego ,
y
que difundiese por
este medio el conocimiento de
Iá
verdad a
todr~s
las naciones del mundo. Y Sa11
,hgbstin igualmente afirma
s
que D ios se valió de un Rey idólatra para comunicar a
Jos GentiiCs el beneficio de las Santas Escrituras , que
los
Judíos ooultab:m
,
o por
. escrúpulo o por envidia :
Libri
,
quos Gens ludaea
ceteris populú
,
':le!
rdigio-–
'~e
,
ve/ ilwidia
prodes~ uol~bat
t
crrdituris per
Dotkt~um
Gemibus ,
ministra
&–
g is Pto!emaei poteslnte, tnnto nnte proditi swzt.
~01\
el mismo designio , extendida Ja Rcligion de Jesu Christo por el ImpeliiO
Rom:mo , se hicic(on desde los priccipi!'s
va~ias traslaci~nes
del Antiguo
y
Nue\·o
Testamento en lengua Latina , que era
la
propia de este Imperio ,
y
corrieron con
' 'ariedad en Jas Iglesias hasta los tiemeos de San Gcrónymo. Lo que obligó a decir
~
este P adre , que entre los Latinos eran tantos los exemplares ; quantos los códi–
ces
6
:
y
San Agustin repitió lo mismo , afirmando, que eran innumerables
los
que
hab'ian tnsladado. al Latin
la
Santa
Bibli:~.
7
:
Qui enim ScritJflfras ex H ebrara liu-
.
~·
r
.
1
II.
Cap.
I .
:zo.
'l
t .
.k
2
August. Trall.
~VIII.
in
JOmm.
3
Bulla Sixti V. prnefi:ra
edi–
tüm.
LXX.,
lntl'rpret.
q8l.
"'
~
""
H omil.
I V.
in
Genu.
Lib.
11.
de D oElr. Chrisl. (:
np.xv.
.
Praefn~
in Io.sue.
1
D <D qflr. C/1rist.
Lib.II. Cnp.
11,