de11tal , que en
ca~o
4.e manifestarQe;
l~
babl'Ían tributado
todos los mortales.
Conforme
á
este Divino modelo, fue el Bienaven!,!¡¡ado
Forres ht1milde de corazon,
y
amó la humillacion ht;'.'lfa la
muerte. Sin embargo de haber conservado la gracia bau.–
tismal, se reputaba el peor de los nacides, é indig110 d!lll Ha–
bito humilde que llevaba, y no perdio ocasion de hum:illarse ·
recil;>iendo las injurias y oprqbios como beneficios, dando
claras muestras de amo.r y gratitud
á
los que lo abatiau, y d_e.,
afliccion y congoja á l-0s que le alababan.
Y
cuando se veia.
honrado de algunas personas distinguidas por su clase
ó
dig–
nidad, <H>rria al lugar mas oculto, y se disciplinaba fuertemen-–
te,
ó
si no se le proporcionaba sitio para la disciplina, se abo–
feteaba con dt1reza, diciendose al tiempo de castiga.rse: "Per.- ·
" ro mulato, ¡cuanto merec!Ístes? No seas soberbio, pues bien
" conoces que eres un perro; que naciste para esclavo de estos •
" señores, y que solo por la misericordia de Dios, pueden su- ·
" frirte tantos Religiosos Santos"
Como en aquellos tiempos se vituperaba comunmente
á
los que no tenían bl<tnco el color de la piel, supq aprove–
charse de este defecto que no er
a personal,para
llamar~e
mu- ·
lato c¡on el epíteto, de perro; y recelao.do que pllcdiese reco–
mendarle civilmente el que
su
pa~he
fuese un ilustre perso–
nage, salo
S<l
decía hijo de una negra esclava, aunque ya fue–
se liberta,
á
fi"' de que lo. tuviesen por eil mas despreciable
entre los de su clase.
Jamas ton'ló asiento en la celda de nin–
gun Religioso, y cuando le instaba.n que lo tomase, se sentaba
en el 's,uelo. Barría los claustros y limpiaba los lugáres in–
mundos;
y
dicienµole algun<i>s que ese ofrcio pe1·tenecia
a
los
esclaves del convento, les contestaba, que el era mas ruin que
todos los esclavos. En los dias que visitaba pm· orden de su
Prelado al señ.
or
Arzobispo
de
Mejico, J.o honraban
y
servian
los criados de este señor; y temiendo envanecerse con• esas
di&tinciones, corria prontamente al convento para barrer
y
asear los sitios asquerosos. Asi es que, diciendole un Reli.
gioso cori·stá, que de su valimento.cen dicho señ,orArzobispo
osperab~ ~e
le dispensase
Ja
edad para ser ·ordenad<:>, le con–
testó el1Siervo de Dios: "Hei:mano> bien sabe
q:tte
yo no
me–
" rezco el que padie me e.stim,e
y
11.p1•ecie.
Solo par su mucha
" bondad puede él señor Arzobispo admitirme ""su palacj.o,
lt
siendo. mi nacimiento tan "il,
y
mis costumbres tan' C!straga–
:
d~s.
Asi es que yo nó debe ocup:ule en n
ada¡,si~o so!~
ser-
v•rle
en
GtJruit'.o Jll.C
mande, oamo uno de s.us enadc¡>s
I>e
11