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rirse esta á la obediencia.,. Qued\) suspenso el rrelado; y
110
pu–
diendo contradeci r al sólido juicio del siervo de Dios, le despi–
dió t ranq uilo.
Arbitran do siempre fray Ma rtín nuevos modos de aliviar á
Jos enfermos, sa lia
á
los campos vecinos, y plantaba en ellos
yerbas medicina les para los que las necesitasen, segu n he refe–
rido anteriormente,
y
socorria
ú
los infel ices paci e11tes que ca–
recian qe anxilio en esos Juga res. Así es que viemlo, en u11 a de
esas santas pcrogrinacioues, un_ucgro en el valle de Lurignn–
cho , vecino
á
la ciuda<l, le pregu ntó ;.si habia c11 ese lug-ar.a l–
gu n enfernw?
y
contestúntl ole que estalla mu riend o de
flujo
sau –
guineo u11a morena,
fu é
el siervo
de
Dios
ú
visitarla,
y
con
el
remedio qne le ot·d e11ó, qued ó saua en e l instante .
J.
mas de estos casos an t011ticos, que co us ta11 de ltlS info rma–
cioues, se di ce t arnbien en e! las que por el do n
de
agil idad que
Dios hab ia co11 ceLiid o al sie1·vo de Dios, no so lo voi
ai.rná
Ja Clti··
na, Japon
y
otros rein os
de
infie les . pa ra euscüur la doctrina
cristiana
á
los
púrvtd os"\'
soco rrer
a
los menes terosos, de lo que
t rataré dcspues, sino que tambien fund ó hosp ital es en al¡:u11os
de esos paises, para lo; cristiauos enfermos que se lrnllaset1 en
e llos.
Y,
aunque no se hayan co11servado hasta no,;ot rns prne –
bas incontestables de
esa
rnarnYi lla; uo pudiendo rncionalme ute
duda r:<e de que el siervo de Dios, con
el
don de agilidad, vola–
ba
a
los lugares mas re motos, como se verá mas ade la nte, no
debe extraña rse el que hiciese va rias fu ndacio nes, ni es c reib le
que se d iese ase uso en todrr In ciudad
ú
un suceso ta n cxtraor –
di nrrrio, sin sólidos fo ndameutos. to mas pasi11oso es que, ocu–
pado fray
~Ia rti n
e n el soco rro
y
co usuelo de los homb res, ate u
diese tambien
ú
las necesida<les de
lo~
brutos.
5.
0
S" compasion de los cinimales,
y
medios extraorclinarios de
socon·erlos.- Aunquc el precepto de la ca rid ad solo comp renda
á
Dios, al prój imo
y
á
si mismo, no excluye e l socono
á
los ir–
r acionales, corno enseüa Sa nto Tomas, no porq ue se reputen
prójimos, sino porque son cria turas que tieneu un mismo orí–
ge n
y
un mismo conse r vado r. Asi. leemos eu ei sa lmo
103:
que
los cachorros·de los leones 7iiden
á
Dios su wstento: q1te to<;Los los ani–
males a.g11ardun de Dios la comida: que la tomun wa.ndo el Seno1· se
la da,
y
q1ie cuando él abre su mano, se colman de
~us
be1rníicios.
Se–
gun el salmo 't
47 :
Dios da el susten f.o conve'lliente
ii
los h.ijuelos de
los
c1ienJos
q11e se lo piden;
y
en el capítulo
:~8
del libro de .J ob,
se lee que : "el Se1ior le prc¡:uutó:
¿Quién tiene o,71arejado al cuervo
s11
alimento, cua11do
SI!$
poll¡¿elos claman
lÍ
Dios, va.gueando, 71orque
1w
tienen qué comer?•
Por este motivo se compadecía fra y Ma rtiu
de los animales necesitados, les llamaba her manos, y auu hacia