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parte de la America Espanola, estoi sin embargo cierto cle que los hombres
5tmsa tos
r
virtuosos que tienen
la clesgracia de h abitar aHi, se hallan mui con–
vencidos de que seria un beneficio para ell os basta la monarquia absoluta. (")
Con re>pecto
i
l a Federacion norte-americana, es forzoso confesar tres co 5as:-.:
r .a que el r egimen poli tico alli es tabl ec ido, si m e es p erm itido usar de esta fra-
11e, es una idiosincrasia proclucida por
la
n atural eza misma d el pais ,
y
por
el
caricte1· , tracliciones,
y
costumbres de 511s h abitantes ; 2.a que e5tas propias cir–
cunst~ncias
n eutralizan alli las funestas tenclencias de la d emocracia; 3 .a que
Hi
a
l os Europeos
110 5
conv ien en esas insti luciones, ni l es convendrian
a
los
mi>mOS angl o-amer ica nos si se transplantasen
a
nuesti·o vi ejo Hemi fe rio. Opo-
11cnne, hasta cloncle alcanzo,
::i1
impertinente o rgullo de aquellos democratas,
y
a
la iusana aclmiracion de nue.su·os novadores-,J1a.. sido el fin que me propuse.
Mc dirijo exclusivamente
ami s compatl'iotas que quieran buscar l ecciones
d e prudencia en l os agenos infortunios, y ensefianza para l o futuro en los egem–
plos de lo pasaclo. Se1·ia menester d esesperar de
la
raza humana, renunciando
dolo1·osamente al d ogma consolador de la pcrfec tibili clacl que es
la
base de las
crcencias politicas de nueStl'a cpoca, el presta r crecl itO al clnrO a;x ioma del
es•
ccptico Ba)'l e: «Le m0nde est trop ind.i.scipl inable p our profiter d es maladies
d es siecles passes; ch aque siecle se comporte comme s' il eta it le premier venu .»
En l a l eal y profuuda conviccion d e mi entend imien to, protesto que perte–
n ezco
a
la clase de l os partid::irios <le lil Monarquia-representativa, funda!l.11 50-
hre l os incesantes pro;;resos d e
la
r;i~on
: poi·q4e me hallo penetraclo de que esta
es l a unica form.a plaus ible d e gob ierno, adaptada
a
la
situac ion peculiar de Eu-
1·opa -no porque yo atribuy;:i b o nclad
absoluta
a
las ! eyes ni
a
las constitucio–
nes cle ninguna espec ie.
-oturalmente anhelo que , ponienclose mi pais al nivel
d e aquellos Pueblos
4
quierics sobrepujo en el siglo d ec imo--sex to , participe por
fin d e ese gron bendlcio, p;:ira l ograr que algun clia renozca el esplenclor--y so–
hre toJo la dicha--que por tanto tiempo ahuyentaron de su noble suelo--ya los
d esmanes P,e l a tirania de esa fatal casa m1striaca--ya los excesos del fanatis–
mo--ya nuest1:as l ocas clisensiones;
y
lo qnhelo tanto mas, cuanto c1·eo firme•
mente que el r egimen representativo, apoyado sobre sus l egitimas bases, encier-
( • )
,, AI var
a
la s nuevas nac iones cle la America meri<lional agitarse, hace 23
Ailos, e11 n1 erti o
cl e
rcvo luci ones
s iemp re
rena c i ~n tes ,
casi
p r•cl1
in
sospech1t rse
que
las r e volur..iones son su
e ,s larlo
natnr~l.
Eu aqu e J
pai~
la Socic <l a tl se n g;ita en un
nbismo, <lei cua l no pue<l en sacarla sus propios esfuerzos. El p ueb lo de nquella
_h_ermosa mit;t<! de'!"
l~emioferio,
p are:e que se OQstina en clespe iaza rse
J~s
en–
tra iias; IHtcla pu c de distracrle de es to E l can•:..ncio y <l e•f,d lccimieule le
oblig~n
a
nn
m~>m e nto
cle
renoso; y el re1>oso le
torua
a uuevos furores.
Cuan<lo
le
consi–
dero en este es tail' a\tern
~ ti
vo
de
11)i~erias
y
de crime a es, estoi
te~tado
a
cree r
qu e para <: I se ria uu bel)eficio el iles potinno . Pero estas dos tJalabras no 11odr:i.11
.ballars.e )tunca uni<las en
ipi
i1eqso~ieuto
. ., _ _