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3.Specto de esplendor;
y
G.nalmente scni u Lil que haya una clase intermeclia'. que
sirva de egemplo con su o!:iedie ncia, pani0 Lis1no, Iuces,
y
virtucles, que "este
mas dominada por el hon.:Jr que por la necesicbd,
y
que refrene moralmente el
impe tu ciego de la porcion menos educada,
y
mas susceptibl e de seduccion.
Como consecuencia d e estas premisas , resulta que el gobierno mas apto para
con>ervar el 6rden
y
la armonia de las desigualdades sociales , n.o es la repu–
hlica-sino la monarquia.
Ahora bien: en cualquier forma de gobierno, quien tiene en su mano la
a~
toridad, tiene tambi en los medios de abusar de ella; debe por lo tanto preferir–
se aquel gobie1·no que por si mismo estc m.enos sugeto que
los otvos al abuso
ue
la
aut01·idad .
Ninguno es impelido con eficacia al bien 6 al mal, sin una pasion que le es–
·timule. Unas pasrones son personales, otras g enerosas-: aquellas se Ii mi.tan
i
nosotros mismos; estas se difunclen sobre los d emas. Cuanto Ulas crecen las unas,.
tanto mas menguan las otras. Po1 desgracia, las pasioncs generosas son de po–
cos, 6 son poco fuei-tes , poco estahles , 6 poco sinceras;
y
de inejor gana se os–
~entan
en palabras que no se prueban con hechos. For el contr:uio. las pa–
siones personales son mas comunes, mas inherentes al hombre ;
tanto mas in–
ten~as
cuanto mas oculta:s
y
clisrmulaclas:
y
en caso de conflicto con las gene–
zosas, es ra1·0 que no las venzan.
lk11> pas rones persanales nacen de tres apetitos naturales,
y
por consiguiente
comunes, indestructibles, p ero no por esencia m a l eficos :-anhelo de riquezas,
como instrumentos de bien-estar; de poder, co1no m eclio de dar cnsanche
sir~
res istenc ia
a
d eseos
y
pensamientos ) d e h onores, como testimonio de nuestra·
superio-i·iclad. De estos apetitos exaltados derivan tres pasiones :ma·leficas: codi·
cia-amhicion-
orgullo.
l\'Ias como la autoridad de quien gohierna no puede tener la tentacion de
prevaricar, sino por el impulso de alguna de estas tres pasiones, 6 de todas
ellas;
y
como, por otro lado, las pasiones g e nerosas en quien manda, deri1,au
todas del cleseo de posee r el afecto
y
estimacion de sus subonlinados : deberi
preferirse aqm:l gohierno en que los depositarios de la autoridad experimentell
nienos el influjo d e las pasiones p e rsonales que el de las generosas
y
beneficas.
Todas las pasiones tienen la propiedad de tender progresivamente al c0lmo,
y
de no d escansar sino en la posesion p1·imaria: ellas cobran vigor con el cona–
to
y
la irritacion, en razon compuesta de la resistencia
y
de la espe1·anza. Por
consiguiente la coclicia ,
la ambicion ,
el
orgullo, tendran sohrc los corazo–
nes donde r einan, mas actividad e irritacion en los gobiernos republicanos que
en los monarquicos: po1·que
la
autoridad sup1·ema , dividida
y
di,st1·ibuida entre
muchos,
y
ci1·cunscripta por los tiempos
y
los metodos, presenta un tegido per–
petuo de medios
y
de obstaculos-enardece los deseas sin poder saciados-con-