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san jamas de ser fuanantiales de codicia,
insidias , violencias.
Con que resulta que el g·obieroo debe est;n con5tituido de manera que ten-)
ga
Ia
mayor fue1·za p osibl e para proteger los d erechos l egitimos de la clesigua l-.–
dad social,
y
para reprirnir los esfuerzos que tienden.
a
desordenarla. Con . que
es necesario que haya uno 6 muchos depositario-;
lcg·itimos de esa
fuerza cons–
tituti,'a clel gobierno; y la razon i ndica que la-unidad 6 multiplicic1acl de ellos,
sea determina<la por el mayor 6 menor grndo d e fuerza que recibe el gobiernc:i
por razon de hallarse confbdo
a
uno 6
a
varios.
Empero las ventajas 1nayores 6 mas l uminosas de las indicadas desigualda–
des de riqueza y d e autoriclad, no pueden nunca pertenccer al mayor numero:
porquc el mayor nurnero no es nunca el lle l os mas templados , ni activos, ni
i-mlustriosos, ni sabios ' ni inst1·uidos, ni-en fin-de los mas aptos para ser uti–
les a si mismos y
~
los d emas : desigualclad natural de calidacles que es
el
ne–
ce~ario
origen de las desigualdacles sociales.
Por otra parte , esa mi sma d esigualclad
natural
esta en perpetua oposicion
con una igualdad innata, sobre la cual ningun gob ierno puecle tener fuerza al-,
guna: esta es la iguaklad del arnor-pr pio, ju ;to 6
injusto, que empllja al
h ornb1·e a desear y pretender parn si mismo la mayor 6 m ejor -porc: i.o n d e l os bie–
nes sociales (a unque frecuentemente no teuga ni aptitucl, ni gana de merecerl os);
)" que Je hace ten er enviilia d e quien los posee por
SU
m e rito, 0 por Vias
inO–
centeS y l egitimas. Resulta, pues, qu e son infi n i ta::nente mas numerosos los
in–
t eres ados en violar y desconcertar el 6rclen social, que
lo~
dispuestos a
conser~
Yarle y clefemlede ;-que l a
fuerza extern a clel gob ierno no puede estar nunca
en p rnporcion con l a r esi ten cia;-y que es m eneste 1· buscar una fuerza in terna
que coopcre con l a otra, aumente su efi.cacia,
y
prepare al 6rden
y
la obe–
di encia .
.!
Cual sera esta fuerza
interna? La opin1on-que minora en el anirno de
los mas , el sentimiento d e
b s
f..i erzas particula res , y que exagcra el de
la
fuerza publica. Asi es, que cuanto se enflaquece 6 se vigoriz:.i el d ominio de la
opinion , tanto se robustece 6 d ebili ta la fu erza d el gobierno. Mas la opinion d el
p::ide1· se d eh ilita con l as ideas cle clivision--tempo raneidacl--de igua1dad- -·parti–
oipacion: l uego la fue1·za pt1blica estara m ejo1· fiada a uno, que a muchos-a
uno que r eputemos de
condici~n
supe rior; --y no poi· tiempo limitado, sino per–
petuamente. Por el contrario, la op inion se 1·obuste·ce con · el
h a
bi to clel
r es–
p eto
con la i clea elevada clel ca1·ac ter, con el l engnage de la reverencia, con
el d ecoro externo: --luego la fuel'Za pu blica estara m ejor confiacla po r sucesion
hereditaria en una estirpe; cl pdncipe d ebera ser miraclo corno un ser inviola:–
hle
d estinaclo
a
representar la idea ab tracta y eterna d e la autoridad regu–
ladora d el
6rden-
clebed tener los med ios suficien tes pa
i-a
com pensar los da–
iios ineYitables de las desigualdades mas legitimas, y para mantenerse en un cierto
8¥