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.eada eiuda<fono
de nna
~5pecie
de
magi.sti·atura ;
l\ace ·!entir
;i
todos
que
ti'euen
debcres que llenar acia la socie rt a cl
>
y
que entran en
SU
gobi erno. Obl'gn ndo ,
a
.los hombres
a
ocuparse de otra cosa q ue de sus p1·opios negocios, combate _el
egoismo individual, que es como el moho de las socieclades.
El juri sirve incomparablerne nlc para foYmar el juicio
y
aumentar las
Jue~~
naturales del pueblo: esta es, en
mi
sentir, su mayor ,·en t:1ja. Debe considerar–
aele como una escuela gratuita
y
siemprc abierta, clonde cacla jurado va
!,.
ins–
tn1irse de sus
d~rechos,
doncle entra en comunicacion
diari ~
con los mi emb1·os
pias ins truidos
e
ilustrados d e las clases elevnd::is, d oncle las leyes l e son
ense~
iiadas de u n modo practico ,
y
son puestas al alc:mc e cle su in.tel igencia por las
esfue1·zos de las abogados , los avi sos d el jucz,
y
las
m i~mas
pbsion es d e las par–
tes . Pienso que d ebe principalmente atl'ihuirse la inteligen c ia practi ca
y
el bnen
senticlo politico de los norte-americanos, al largo u so que h an h echo d el juri en
materia civi l. No se si
el
ju1·i es util a los que lienen pl ei to s; pero es to i seguro
de que es utillsimo para aqnellos que los
juzg a11. Le repute com o uno d e las
medias mas eficaces de que paella se1·virse la socied ad para
la
educacion
del
p~hlo.
En las procesos criminales , en que la sociedad lucha contra un hombre ,
el
juri esta inclinado
a
ver en
el
juez el in:;trume.nto pasi,·o cl el pod cr social,
y
d es–
confia de sus consejos. Arlemas, esos procesos enteramente cstriban sabre h echos
1imples , que el sen ti do comun l og ra fiicilmente apreciar. Sohre ese terreno,
d
juez
y
el jurado son iguales. No su cecle lo rnismo en los procesos ci,·iles : el juez
apa rece entonces como un arbitro d esi ntercsaclo entre las pasiones d e las conten–
~ientes .
Los j uraclos le miran con confianza
y
l e esc uch an con t·espcto, porque
aqui
su
intc1ige11cia domina ent.eramente a
la
cl e ellos. El es el que cl esenvueh •e
clel a nte d e ellos los dh•e rsos argumen tos con qu e han cansaclo su m em orin '
Y
el
q.uel es toma por la m a no para cli1·igirles al traves de las rcvueltas de los autos; ·
el es qui en los circunscribe eu cl punto cle h echo,
y
l es en sefi a l a respu esta que
d eben dar a
la
cuestion d e de1·echo . Su infl.ue n c ia soL re ell os es casi ilimi t:i d a.
.
c.
Sera precise d ecir por que me sien to poco conmovido por l os a rgumento
5
1acados de la incapacidad de los jurados en mate1·ia c i vil ?- E n esos pleitos ,
:i
lo
m enos todas las v eces quc no se trata de cue.stion d e h echo , el juri no tiene mas
que la apariencia de un cuerpo judicial: los jurados pronuncian l a sentencia que
el. juez ha dictado; prest::m
a
esa sen tencia l a autoriclad d e la socieducl que re–
p~·e~eutan,
y
el, la de la r a zon
y
la
l ei. En Inglate1:ra
y
en America• los jue–
ces egercen sabre la sucrte cl c los procesos criminal es una in!luencia que
el
juez
fvanees no ha conoc!do jamas. Es facil comprencler la r azon d e es ta cli ferencia:
el
rnag istrado ingles 6 americano h i:.: est ablecido su poder en mate d a civil ; no
b ac;e
m~s
que egercerle d espues sobre· otro tea tro ; no l e aclquiere alli. Hai casos,
Y
mu.chas Yeces
$On
los mas importantes, en que
el
juez america_no tiene el d e-