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mi ma figura y la misma disposicion relativa de partes exter–
nas, y su orígen se verifica por medio de semillas determinada
y
propias de cada especie, comenzando
á
existir por generaci<m
y nacimiento, y con la
f~cultad
de producir incli vi<luos semejan–
te en especie. Los cuerpos inorgáru,cos a.fectan determinadas
figuras geométricas, si no hay impedimento, como cousta por
. los fenó¡nenos de la cristalizacion y deben su orígen
á
la reu–
nion de moléculas, realizada, ó fortuitamente,
ó
mediante la coo–
peraciou de varias causas, aumentan y crecen por la imple
agregacion de nuevas moléculas: el volúmen de los minerales
pu~de
aumentarse indefinidamente, y si algun agente externo no
determina su descomposicion permanecen indefinidamente. Los
vivientes crecen
y
se aumentan
á
í
mismos, por
intuscepcion,
ab–
sorviendo, alterando ya imUándo e diversas sustaucias, por me–
dio de una elaboracion compleja que exija una actividadenéegica
y superior
á
la que s upone la simpl e yustaposicion de moléculas
en los animales, ni pasan de cierto límite en órden
á
la. magnitud,
y ga.stándose su fuerza disminuye la actividad radical, y dejan de
existir por muerlie, que es una especie determinada de corrup–
cíon.
!l
principio vital le cuadra perfectam.ente la nocíon propia de
la forma sustancial, puesto que es 1
~
una realidad que pertenece
á la esencia del viviente: 2? es aquello por cuyo medio las sustan–
cias vivientes se distinguen de las no vivientlíls:
3~
e el principio
radioal y la razon suficiente primaria de las propiedades caracte–
rí ticas del viviente,
y
de las funciones
ú
operaciones vitales. En
ca da viviente no existe mas que un solo principio vital, porque en
'oada sustanoia especifica:, no puede haber mas que una. .forma
sustancial. Una observacíon psicológica y la experiencia nos
enseña que entre las varias funciones vitales exis te ciertaman–
comuniclad
originaria y cierta refiuencia mútua, puesto que el
ejercicio intenso de unas lleva consigo la disminucion de inten–
sidad en otras, y lo que es mas, el desarrogo de unas cede en
perjnicio del desarroll'o de otras. Las sensaciones vehementes é
intensas de la sensibilidad, sean de dolor
ó
de placer, impiden en
todo ó en parte el ejercicio de las facultades
intelec~uales,
y á su
vez, el ejercicio intenso y continuado de estas cede en perjuicio
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las funciones de nutricion y digestion, etc. Esto indica que
todas estas fuerzas y funciones vitales,
á
pesar de sus diferencias/
radican todas en un mismo principio, en una actividad fundamen–
tal
y
única, que es el alma racional, forma sustancial del hombre.
i e to tiene lugar en el hombre, en el cm1l1a variedad de poten–
cias
y
operaciolle vitales es tan notable, con mas razon suce<lerá
en los animales
y
vegetales.