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'tes de color verde tienen una respiraci01l mas análoga á la de los
<tnimttles. La
'6Xhalacion
ó traspiraca0n por la cual los vegetales
despiden un humor acuoso por los -estomas de las hojas. La
t raspiracion sensible es mas abundante de dia,
á
causa de la in–
fluenoia del s<.?l, que fa-v-orece este ,fenómeno. Una tercera pa,rte
del ao'ua absorVida queda 'en el vegetal,
y
las otras dos son ema-
' ladasopor toda la superficie.
.La
asimilacion,
por la cual cada
parte de la planta toma la savia preparada para la nutricion.
Existen ademá.::; la
flO1'escencia
ó produccion de fiores, la fecunda–
'don, la.germinacioll, etc.
XIV.
El alma de los bl:utoS.
Ba:v BS'Gl'rtores, que como Pereira
y
Descartes) niegan la rea·
didatl Jel alma de los brutos, convirtiéndolos en meros autóma–
tas, otros, ·cayendo en el extremo opuesto, les conceden un alma
dotada decinteligencia, YOllll1tad, generaliZtacion
y
'comparacion
de ideas; con facultad de expresarlas
y
comunicarlas. La ciencia
l'.aciena.i, re onoce en los animales una
exten\~a
escala de faculta–
des sensitiva, desde el tacto rudimentario de oiertas especies in–
ferio es ha ta la imaginacion colocada en el confin de la inteli–
gen.ci:a.j reconoce in tintos mas
Ó
meDOS desarrollados, pero no
admite en los animales inteligencia
y
voluntad; reconoce en -ellos
facu ltades perceptivas, pero no intelectuales,
y
mucho menos re–
'C(!lUoce en los animales la facultad de formar
y
comparar ideas
'generales,
y
deducir de estas motivos de con<1ucta. Habo filó–
'Sofos que opinaron que las almas de los brutos S0Il -las , alma
humanas que pasan de unos cuerpos á otros:
y
hay quien opina
que son sustancias indivisibles, capaces de existir por sí solas,
que' comienzan por creaciOl1
y
dejan de e;xistir por aniquilacion.
Esta opinion parece poco conforme con los pl\ÍI'l:cipios de la filoso–
fia cristiana, segun la cual Dios no aquila lo que cria.
El alma de los brutos es un principio inmaterial con 'que
son animadas las bestias,
y
carecen de entendimiento
y
el e volun–
tad libre. Pue el carácter del entendimiento, como facultad dis–
t inta de los tentido , es el conocimiento de los universales
y
de
los objetos pUl'amente espirituales, como Dios, la verdad, la
bondad, el ser, la sustanoia, el órden, etc., al paso que los senti–
dos solo perciben objetos materiales
y
singulares. Siendo
indudable que los brutos, ni po een ideas universales, aun con
relacion á las cosas materiales, ni mucho menos el conocimiento
de objetos espirituales; luego carecen ele inteligencia propiameu-