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nI.
El destino fina.l del hombl'e
y
la
vida pi'esente,
Dios es el olljeto
~tinal
y el termino universal de todas las
acciones morales, constituyendo la felicidad objetiva del hombre,
así 'como la posesion efi ctiva del bien infinito hace su felicidad
formal. El de tino final del hombre no es el progreso y desarro–
llo sucesivo
é
indefinido de la humanidad, pues 'en esta hipótesis
!lO
eria posible la'felici,dad.perfecta del hombre,
y
jamás podria
llegar al término de su d 'tino.
El 110mbre no puede '.l,lcanzar la felicidad perfecta en la vida
presente, porq\le la felicidad para ser perfecta, ha de ser completa,
llenando toda las aspiraciones po ibles del hombre, y en esta
vidá todo bien es incompleto, y lleva consigo el temor de u
pél'dida on la muerte.
La felicida,¡:l imperfecta asequible en esta vida consiste en 1
conocimiento d Dio yen
la
práctica"de la virtud, (¡nelnos aproxi–
ma
á
Dios y nos hace participe de sú divina perfeccion concen–
t rándonos, por decirlo a í en su santidad infinita.
, egun Santo Tomá la felicidad formal y esencial consi te en el
a to del ent ndimiento, por 'nyo medio
1
bienaventurado conoce
a
Dios, á . ':;a intl.'l'Ícion 'igue el amol', segun otros,
te -carácter
pertenece
á
ciertos acto de la voluntad, 'como el amor, lafruiGion,
&,
IV.
Existencia del la mOl'alidad.
La existencia real de la.moralidad en los actos humanos, s
una erdad de sentido comun y de evidencia inmediata. En
toda la edades, en todó los pueblo ,en todas las sociedades
siempre se ha reconocido la existencia de ciertos actos natural–
mente bu no ,Y u 'distincion sncial de otros naturalmente
málo. En todo los hombres
en
ten la idea del bien y del
mal, -de lo justo
é
:uju to, de 10 licito
é
ilícito, del derecho y de
la oblirra ion nocion0 cnya razon de er solo puede esplicarse
por la di tio ion real entre lo 'aCto humanos en el órden moral.
in e to 1mandato, el premio, 1ca tigo, la ley, con otras mu–
chas o a que influyen eficazmente en la vida individual y en la
con er a ion de la vida ocial y política, erian palabra vacias
de sen ido.
Se d muestra
á
pt"iort:
'siendo Dios el último fin del hombre