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El concUl o diíino
e
el influjo que Dios ej
Toe
on la nccib–
{lOS
llures de los homurcs:
y
pued ser natural
y
sobrenatlll al.
Dunmdo, los deista::;
y
racionali "ta niegan
el
concur'o inmedia–
to,
E~te
concur'o inn10uiato de Dios se llivide en siJl1l11túnco
y
pl'é\-(o.
Los ]\'[oHnistastan 010 admiten el concurso sÍmu1t(tn 06
concomita.nte,
y
recbazan el'prévio, Por el contrario 10 'romí '–
tas enseñan que es nece ario el cuncur o prévio lle Dio
y
quo
no basta el concurso imultáneo, y defiemlen qne e a Lli\'itHt vro–
mocíon es, no '010 moral, ino
fí
ica. Los Agustiníanos admiten
(en
el
estado
pre
ente de la naturaleza cailla) la premocion mo–
ral,
y
tan solo p1\r<1. los aecos soureuaturales.
Lo::; Jauseffi.istas de tal mouo defi nden el concurso diviuo
que ponen la libertau Llel homuro 'n solo lo voluuturio. Conra–
zon e::;te i tema ha sido
~.1Uateillatizallo
por la Igle. ia. Pue
el
hombre es perfectamente li bre eu su. elet,crminauiones,
y
uucíi\o
de poner
ó
no poner tal '. actós, Tambien Sant Tomús deJi
' 11-
de el Llominio
-activo
del libre albedrío sobre sus acto', "Bn
el libre albedrío) dice el Santo, llc tal manera obra DioR, que adC–
D1HS
de darl e la \' irtud para obrar, obrando Dio., obra t¡tmuicll
activamente e1 Hbl'e albedrío,' Al
COUCUl',O
elhi.uoDO
peljudicLt
ht
libertad del.la0mure, sino que ht perfecciona.
XXIV.
El'l'Ol'eS acerca de
Dios-El
ateislll0 y
sus
consecuencias.
Aunque es casi imposible ignorar la existencia de Dios; in
cmbargo hay hombre que 'se llaman ateos
especulatvvos
ó dog–
lIlúticos., que consideran la existencia de Dios como uu bipóte
L'
gmtuita. Los ateos
negativos
que coinciden con los
positivistas
contempQráneo , los cuales bacen profe 'ion de iguorar la existen–
cia de Dios,
Ó
consideran esta investigacion como in<1cc(,dlJle
Ú
la.
raZOfi
buma.na.Los ateos
p1'ácticos
admitiendo la xlstencia
de Dios, viven y obran como sino exi ·tiera realmente.
L~s
ateo pretenden que la materia es eterna
y
nece aria,
pero no concuerdan acerca de la forma que tuvo ab eterno, ,'tra–
ton, Lamp aceno,
alguno~
estoicb' yBecher enseñan que la ma–
teria tuvo au etel'l1o la forma que abora tiene. Epictll'o, Lellcí–
po y Demócl'ito pretenden que solo son eternos
]00'3
átomo
ó
elementos ele la,materia, y que en el trascurso de los siglos,
por nl1 choque ca ual de los átomos, se formó la pre. ente dis-
1,u5icion del orbe, Es inconcebible como del choque de clernen-
l'