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XXVI! .
I
COllJt¿iusion.
Al recordar tantos estravíos de alguuos
filó
ofos, parece que
DOS
hallawo en meillo del ·autiguo cao.', uaTILlo no hnlJi a luz,
enanclo
todog
h)s
elementos a.udaban confuso
y
envueltos en
me·
LIio <le es] auto '
a
t.iniebla' , El orgullo humano ha pro<lucillo
p!:ias
cstrn.\"avag:tncia
j
el orgullo obseca la razoll,
y
1
01' e to
h'ft
rClJi'oclucido lo, el'l'ol-es que yacian cpultados en el polvo de la:
ruiua
pa<f:'lnasj el
oro'ullo ha tra tornado la cabeza ele algunos
fi·
ló
01'0 "
de Alemawn
y
ele
:Fra,uci~,
y
los h0111IH'e
han
oidd con
;l,
ombro
y
con 'ternaciou proclamar.'e eu alta voz los
mayore~
deliri os.
,\'brchemos en paz lJajo la idea' cristianas. ..::igmuo,
11110·
. Jl otei mo, que reconoce la unidad eN Dios, yasí se re\llos aorce·
dore ' al
nombre de filósofos.
.
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