DE PHOCJQN.
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entonces usar la Política: por nuestra gran
corrupcion nada tenemos que temer de un
inmoderado zelo por la virtud; y supuesto
que toda virtud es util, y que no hay vir–
tud que no pre15e nuestro corazon para
recibir otra ,
en~ayarl.
á diferentes represas,
sin cansaros las disposiciones de vuestros
Ciudadanos. D espues del primer suceso, no
perdais el fruto despreciando el segundo.
Procurad avivar en los corazones alguna
chispa del amor
á
la gloria, que esta es la
única de todas las virtudes, que por el so–
corro de la vanidad puede aun mostrarse
en medio de una extrema corrupcion. ¿Se–
rán vano5 todos vuestros esfuerzos? Aun fal–
ta el último medio
:í
la Política, que es ser–
virse de las mismas pasiones para debilitar,
y arruinar poco á poco su imperio.
A
est~s pal~bras,. queri~o,
Cleophanes,
?.·~u~dc i~:
no pudo
1mped1r
la n sa , mirandome nues-
c~r
de
las
pa.
tro principiante en los secretos de la sabidu- "
00 •'·
ría. ¿Son algunas veces útiles, dixo, las pa-
siones? Sí, querido Aristias, le respondió
Phocion , como lo son los venenos, que la
Medicina suele convertir en remedios: con
todo , replicó Aristias, entre todos los me•
dios para corregir un Pueblo vicioso, sospe-
cho que no es
el
mas desagradable el de em·
plear nuestras pasiones. Leí ayer la R epÚ·
blica de Platon , y ví , que no le disgusta en
L
z
ella