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zadas, trabajo alg-o difícil de ejecutar sobre madera.
A fines del siglo xv la ilustración de los libros
por
m
rllo de las láminas grabadas se hallaba bas–
tante gt neralizada, al extremo que en
1492
apare–
ció
la
famosa edición de la
Crdnica de Nuremberg,
impresa en esa mi ma ciuclari por Antonio Kobur–
ger, cnntcniendo dos mil grabados primoroc;amen–
te
cj
cutado
ror los hábiles artistas \Vohlge .
miith
Plt"ydenwurff; pudiendo decirse que es–
te libro es el p.recurc;or de la
ílustracidn,
pues se
con idf'ra, para
~ . a
época, como una obra maestra
del arte de grabar.
::::
Las primitivas edicionec; tipográficas care·
cen no "lamente de fnlios en
la
cabeza de las fo–
jas
6
páginac;, sino también de título ó portada
en hoja separada al principio, como igualmente de
signaturac;
al
pié de lns primer as páginas ele cada
pliego. Estas faltas
Sf'
han idn obviando después,
como pasamos
á
demostrnrlo.
Lns
folio!', que tienen por objeto indicar la nu–
merac ión corre latÍ\ a
ele
las fojas 6 paginas, sólo
e
u
':trCill
desde
q6
por Ju an de Spira, impresor
de Ycntcia, que fué el primero que numeró con
cifra
t
nmnna
la.:; foja de su edición de las
Obras
dt· Ga;·o
Cllrfldit~
Tttd/(1 ,
dada
á
luz por él en ese
nno v
n
-~n
ciurlad.
l\lns
tarde, en
1475.
I\lateo
Flnn~dro,
imprt"sor
cie
Zara oza, introdujo una pe·
qu
na
m
d1ti caci6n en
la
follatuJa, porq11e en !u–
f:!'
r d
numerar las foja
como e había hecho
h.
l\l
ent one .. aduf tó el medio de numerar cada
pá
inn,
también
con
cifra romanac:,
y
la primera
obra q u npa
c16 con e a mno ·ac16n, fué
1
Libtr
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ufri un. nu ,. modd1c·tción introducida por los
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tí tur ron la foliación de
on la <ie lo numero arábigos