'
es reputado como uno de los escritores hebreos
mas sabios del siglo
xr.
En
1482
Baltasa.r 1\.zzoguidi imprimió en Bolo–
nía la edición
princeps
del
Targum ó Patdfrasis
&alddico sobre
el
Pentateuco,
del célebre rabino On:.
kelos, que desde entonces ha quedado como el
decálogo de los hebreos, porque es costumbre en·
tre ellos el leer todos los sábados un capítuLo del
Targum
y otro del
Texto de la Ley.
En este mismo año Abraham Chajim, que to–
mó parte en las ediciones hebreas hechas en
Mantua y Ferrara, completó los caracteres de
este idioma con sus correspondientes acentos, é
imprimió en Bolonia la edición
princeps
del
Penta–
teuco.
J
osué Salomón hizo en Soncino, en
1488,
una
segunda edición del
Habbadraschi,
de
J
edaia,
á
los doce afias de haberse publicado la primera.
Otro impresor israelita cuyo nombre ignora–
mos, ha dado
á
luz en Lisboa, en
1489,
la segunda
edición del
Pentateuco,
que es el primer libro en
leng-ua hebrea impreso en Portugal.
En Nápoles publícose, en
1490,
por Bartolomé
y Lorenzo de Bruschis, la edición
'princeps
del
Li–
bro de las raz"ces
de David Kimchi, que es un léxico
hebráico que tiene anotaciones de Elías Levita.
En
1492
Abraham Dortas imprimió en Leiria,
(Portugal), los
Proverbios de Salomón,
en idioma
hebreo.
Leonardo Alem<¡ln y Lupus Sanz, impresores en
Salamanca, imprimieron en esa ciudad, en
1493,
unos
Comentarios s'obre la Biblia,
en lengua hebrea.
Y finalmente, Gersón JY,lentzlen publicó en Bar–
co, en
I496,
otra obra en hebreo titulada
Seticoth.
Algunas traducciones y corpentarios se han he·
cho de las obras hebreas que hemos sef'ialado, pe–
ro
iws
abstenemos de citar aquí estas ediciones,
por ser ellas de un orden secundario.