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,
,
.
'.
GLORIA
33~
.
el
consuelo
~e
supone'r
al
mi hijo en tierra
de
cristianos.
~
, María Juan.a
salió
dejándoles
sol~s.
La
alco–
ba. e'1'a -estrecha.
y .
aseada. El lecho, la cuna
y
dos sillas ocupábanía casi toda,
y
en la pared, .
además .de un' Cristo en estampa., veíanse dos
ó
t.'es
lám~nas
.,devotas, entre ellas una que re··
ptese·ritaba~
dibujadas con lentejuelas, la plan–
ta del pie de
N
ues.trQ ·"Sefior Jesuci'isto
y
,la de.
su ·Madre.
~
.
.Daniel
y
Gloria se sentf:lron junto
á
l~
cu- .
ns. Apoyaba ella fatigada
SQ
bus·to en.
~llecho
" ,
cerc,ano.
~nvolv.íasu semblante una sorpbra
,·lúgubre.;
á
ratos telnblaba con frío de .enfer–
medad,
y
si sus oJos lucían con extraordina.ria'
viveza, su hermosa cabe,za apenas'
podía
SOB- '
tenerse sin el a,l1xilio
de la'
m·ano.
: e
Vida mía'-diJo el hebreo rodeándole los
hombros con su brazo, -estás intranquila.
Si
es
'por lo que he intentado esta noche, cálma–
te. .
N
o haré sino tu Volúntad .
. -Ya
no tengo voluntad.
~La , has
tenido bien firme
y
bien enérgica–
pros~guió
Morton en tono de amarga
queja,–
para
rechazarme, para ren
u
neiar
á
ser
mi es ..,
posa
y
consagrarc0 al ascetismo
en un
monas–
tério
:;ristiano...
¡Y
qué momento '
has
esco–
gido 1
ara
abandonarme! El momento en que