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.....,
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Diciendo está',
l~omp'ió "en
amarguísimo
Han- ,
to." Daniel.
c~rl'ió
,hacia
ella~
,Y
ponié~dose
de
rodill-as,
la
besó,.
,tratando
de levantar su
ca–
beza.
cM'adre,' madre-murmuró.-,
Nj
de tus
la- .
bi~s,
incapaces
de
mentir,
puedo -
creer _que
no
me
amas~
No'- lo
~reeré
aunque
me' lo
digas
tú,
.
,
'á
quien
siempre
he
creído~
.
~Daniel,
¡hijo
mío-dijo
la
mad:re
incorpo–
ránd:9se,-yo no
puedo
,soporta~ -
este
golpe.
Soporté la temprana
m~erte,
.
de
mis
dos hijas;
pero la tuya, esta muerte en la forma más re–
pqgnan_te
de la
igrioluinia,
no
puedo
resistir–
la. Quiero lllorir
antes que
caigas;
quiero
roo–
'rir. ·Dame
tú
mismo la
muerte, te
lo
suplico,
pel'donándote.
El"
crimen
que
cometas
arran-
,"
' cán~ome
la vida,
llO
será
tan
grande como
el
de tu
apostasía~ ,
-"
-Estás
delirando,
madre
querida-dijo
Da–
., niel haciendo fuerza
con
la
cabeza
en
el
seno
.. desu -madre.-Tú si
que
me matas á
mi
con
tus
palabras,
con
tus fieras
ame.nazas
de no
ql1er~rme.
"
-¡Ay,
hijo
de mi
corazónI-exclamó
Esther
en
un
arrebato de ardiente carifío, oprimiendo
contra su
pecho forzudamente la incolnpnra–
ble cabeza
del
j-ovsn .-Hemos cometido
una
falta
al
quererte
á ti
más que
á
nuestros
de-