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B. PEREZ 'GA
LDÓ~
,m'ás éompaftfa,que la de
~q~
seres para
él
muy
queridos: '
,tUl
perro negro
y
un
pl\ragllas azul.
-.
Este hombre 'benéfico se alegró mucho cuan–
do
D.
Buenaventura le dijo qúe las cosas
iban
'á
buen andal' por
el.
camino del casodo,
y
~x
presó
~n
breves palabras sU.pensamiento,
8se·
'g,urando que la dilatación moral salvarla
á
la
enferma; 'pero que la contracción la mataría.
Condenó el misticismo
co~o
la más pernicio-
-S8
congestión espiritual que podía sobrevenir
,á
la
enferma,
~
el descf:\rgo de
:un
~norme
peso
del
al~a ,~~
pareció excelente antiflogístico.
La
paz,
el
contento
y
el ,amor humano, en su
es·
.plendente
y
natural desarrollo, armonizado
,
.
. / con el divino, le parecieron admirables emo-
lientes. '
. . .
Tranquilizádo con este dictlJ,men el buen
tío, se dirigió
á
su casa, no sin prestar antes
frívola atención
á
los rumores que
en
toda
aquella tarde ocuparon
ti
Ficóbriga, robando
á
la
villa hasta la devoción propia de
tan
luc–
tuoso día ... ¡Sí: Madama Esther había visita–
do
á
D.
Juan Amarillo
y
á
su esposal
¡Y
ella
y él
la habían recibido,
á
pesar
de
ser
Vierues
Santol
¡Y
estaban en
la
casa las sobrinas
e
Teresita
y la
Gobernadora
y
otras muchas
a–
mas
de lo más principal
y
florido de Fíc bri–
gal•.. ¡Y la c s
parecí un
ascua d..
r
1...
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