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B. PÉRE'Z, GALD6s
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, monio; pero el'eyendo más prudente no hacer
"
obse,~vaci'ones,
calló.
e
Yo había previsto este caso--atladió Su
Eminencia, -com'o los había previsto todos,
y
no m.e coge
desapercjb~do.
Traigo de Roma"
inst'rucciones precisas,
y
sé
11)
que debo hacer.
El
primer acto para'-llegar al fin es qua Daniel
-1\10rfon se presente ante toda la familia reuni–
da,
y
declare so'lemnemente su propósito de
abrazar nüestra -s,anta religión
y
de
~ar
su
ma–
llO
de esposo
á
esa pobre joven, víctima de un
-arrebato de
1~
fantasía. Declarado esto, el ca–
tecumeno se someteI'á absolutamente
á
mí,
prometiéndome obediencia ciega y poniéndose
á mi dispósición para reci
bi~'
la enseñanza. cris–
tiana. Renunciando
á
toda influencia extraf1a
y
de familia, no reconocerá más I:lutúridad que
la mía, y vivirá por espacio- de dos ó b'es días
en reclusión estrecha
y
en sitio que yo le de–
signe .. Exigiré de él una abdicación absoluta
de su voluntad durante este plazo, un propó–
sito firme y claro de recibir la instrucción
cris"
tiana,
y
le pediré pruebas de devoción. Sin
08-
to
n o adelantaremos nada.»
D.
Buenaventura frunció ligeramente el
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