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B. PRREZ GÁLDÓS -
--:-,Mafiana irá
á
mi casa.
Nec~si'to
preparar'
Juan,
no
sea que cometa upa gansada... No
S9
debe
llev~r
el
pun~iUq
de religión' tales extre-
,
,,-
I
mos.,
¡Qué
tonteríal Una persona puede
teI\~r
-sus creencias allá como Dio's lle'
da
, 'epteQ(Ier,
•
:>-.'
~~ Y"
. y ser buena y amable••. No vamos
á
ti~ar
pie-
, dras por la fe... Sería una falta' de
civilización...
'Bien
dicen, que este
país
está
muy
a~rasado.
',' _. -Teresa-dijo la
Gobernadora.-¿Viste
el
brillante que lleva' en el dedo de la mano de–
recha?
-Si,
bija:
es como uná castafia.,
¡Y
quá
lu–
cesl Si pal'ece 'un ' faro. Así los tendrá ella
po~
,~ocenas
y
las perlas por
almu~es.
-Como que d'icen que posee , esta gente
t antos duros como horas han pasado desde
que
Dio~
h izo el mundo... De veras te
dig~
que ·me
ha
gustado
esta
se1'10ra. Bien dice Bar–
tolomé, que en todas las religiones se sirve al
Sefior. •. Sabe Dios lo que
tendr~n
ellos en
8U
. conciencia . •• P uede que sean cristianos
y
DO
I
lo quieran decir por no dar su brazo á torcer.
- Yo me lo figuro así.
-También
yo.
-Es natural que quiera conocer á
188
per-
sonas prin cipales de todo pueblo que
visita–
dijo
Teresita, cuya
cara
hrillaba
ya
como
UD
botón de guardia
civil en
til.B
de
gala.-E