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·256.
B. P]lREZ GALD6S
me con las personas más' principales de ella,
.
.
para bfrecerles mis respetQs. En ninguna pal'te
"
ha
sido estorbo _para esto la diferencia
~e
reli-
gión,
y
espero que aquí no lQ .será tampoco.
--¡Oh!
no, sefiora, de ningún modo. Las
creencias son una cosa
y
la
oortesía olra,-re–
puso Terasita, recobrando su serenidad
y
eu
labia ~
La
Gobe1·nadora
movió
la
cabeza en senal de
asentimiento.
~Al
oir
á
nuestra amiga, la../buena Isidorita,
que usted era
la
sefiora dél alcalde, recordé lo
que me había' dicho poco antes
mi
hijo... Está
muy agradecido
á
su esposo de usted..•
-¡Ahl
setiora.
Mi
Juan,
al proporcionarle
alojamiento-repuso Teresita, haciendo vivos
esfuerzos para aparecer muy fina
y
dulcificar
sus palabras,-no hizo más que cumplir con
los deberes de su elevado cargo.
- Yo le agradezco mucho su solicitud-afla–
dió
Esther,-y quiero
dar~e
las gracias
perso–
nalmente.
-El vendrá...
-No: espero de usted que me hará el
lavo
de
recibirme en su casa,
á.
donde
iré mafia ..
.
mIsmo.
-Tanto honor ...
-El honor será mío
al
visitarla
á
usted 1
-