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I
GLORIA
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-Lo mejor
que
pu-e,de hacer la nifía es me-
I
terse en un convento,-dijo la
Gobernadoraeon
enérg'ica con
vicción~
-Es claro•.• 'meterse en
un
convento,.
s~ljr
de aquí
y
que tio volvamos
á
oír
hablar~~
étla
en lo que nos queda de vida....
Es
preciso que -
esa ,
mujer, que es el escándalo de Ficóhriga,
,', se' marche de aquí... ¡Qué 'ejemplo para la
, juventad,
p~ra
las muchachas(tiern8s
y
,~:ones.
tas '
de
éste honrado pueblo! Yo me horripilo
cuando oigo á
mi~
sobrinas hablar de la des. "
gracia de la, sefiorita Gloria, y que,'es una lás–
tima que la seí'iorita Gloria se haya
perd~do,
de
10
guapa que es ,la sefíorita Glol'ia, de las,
modas que
usaba
la sefíorita Gloria y' de las,
limosnas que ' hacía la sefiorita Gloria.
-No
hay
d~da
de que es un escándalo.
-Si se casa eón el ,convertido, ¿apostamos
á
que sigue' viviendo en Ficóbriga?
-No quiero pensal'lo..• Pues qué, ¿no hay
más que rehabilitarse? .. Esta villa se escan–
dalizará,
y
con razón. Pues no--faltaba más. La
joya ha tenido un nifio. Eso bien
10
sabemos
todas...
- ¿Y
dónde está?
- En una aldea. ,Yo he de averiguarlo. Ya
lo tengo medio averiguado., Vaya, que
108
Lantiguas saben ocultar muy bien
8US
secre-