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..
O'LORIA
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el bautismo,..
á
juicio mío, yo se lo
a,~millistra
l'é;
y
á-
continuación, sin aparato ni ceremo–
nias pomposas ni 'asistencia del público, les
daré
la
'hendición matrimonial. Todo. podr*
-q~e~ar
t.erminado , el rsegundo
Ó
tercer día de
,Pascua ... ¡Ohl qué grandísimo favor me hará
DioB
si
pe~'lPite
que 'sea yo quien- dig,a '
á
ese
infeli~
.réprobo de raza delcida y que tantos
,trastornos
y
desgracias ,ha traído
á
nuestra,
farpilia:
«
Ven: todas tus {altas te son perdo–
nadas. Si bebes ,del agua ,que 'yo te daré, para
siempre
n~
tendrás sed, porque será en',tí una
fuente de agua que salte para ,vida e,terna..• "
~dmiremos
los designios de Dios, 'que nos tra–
jo con ese hombre'tantas desgracias, y limpie–
mos el corazón de todo encono. Teng'o la ínti–
ma seguridad de que nuestro difunto hermanQ
, Juan haría en el caso presente lo mismo que
hacemos nosotros.'
D. Buenaventura manifestó. que para ace–
lerar en lo posible la solución, declarase aque–
lla misma tarde Daniel su propósito en presen–
~ia
de la familia. Mas el virtuoso Prelado dijo
que no quería privarse de oir el sermón de la
Soledad, que D. Silvestre predicaría aquella
tarde,
y
que el día
sig~iente,
Sábado Santo,
seftalado por' la Iglesia para la admisión so–
lemne de los catecúmenos, era el más p ·opio•
.
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