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' B.' PEREZ GALDÓS
le hizo' baJar más
q
ne de prisa del
p~scante"
y
,/después extendió süa braz'ós ' al- interiór del
bree,k,
que se cubría con cortinas d.e hule. Una ·
mujer, aterrada
y
llorosa, estaba allí en com–
.pafiía de un 'chico, de' qtüe'n Mo.rton no hizo
caso alguno. Era Sildo.
_Gloria no
habló
nada.
Q~iso
luchar un ins–
. tante con los brazos que la robaban'; pero esto
no era posible. El hebreo la sác6 de.i coche, 11e·
- vándola como
á
un nifio.
e
Sr.
Morton, por amor de Dios-dijo Oaifáe
t
.
-
poniéndose de
rodilla~
delante del hebreo.
-Már.ehate-l~
dijo Daniel."':'-Sansón, vete
tú
también 'con el coche '
á /la ,
entrada det
pueblo.
" ,
,
-DéJ~n:ie-murmuró
Gloria sordamente,
,cuan,doJos aemás se alejaban.-:-Déjame; yo
UI).
te he llamado,
~i_
.te ,he buscado; .ni quiero :
verte.
,
.
.
'