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(
. .
•
•
Por indicaciÓn de D. Buenaventura,
á
quietl
deseaba :servir, el 'luismo alcalde,.de Ficóbriga,
8r.
D. ·
J
nap ·Amarj-llo,
había proporcionado
á
Daniel-I\1[:~ú~ tdn"
un
alojamiento
decoroso,
ptles.
. - no
cu~d:~~aba ~. la
cultura de Ficóbrigai ni.·á-la
proverbial ·hospitalidad de aquella noble raza,
cerrar ·á un
,sér
humano
con
impí-a
dureza
to–
das
las
puertas.
A
e3tas
razones· expresadas
.
.
•
por
el S.'. de
Lantiglla, afiadió Amarillo otras
no
IDenos
iní0riores en
peso,
á
·saber:
que
siendo
e~ hebl'~_o
personá de elevadísima posi- .
ción social
y
da grandes posibles, no debía
en
todo rigor aplicársele el criterio ,del vulgo;
que
nada
p~rdía
nuestra santa religión porque
se
.
.
diese posada
al
peregrino,
y
que la doctrina
evangé~ica
prescribía hacer bien
á los ene·
migos.
Como al mismo tiempo se había levantado
el
rumor
de
la
conversión del israelita, el al–
calde no temió que su pueblo se alborotara;
., viendo que
todo favorecía su
propósito,
di•