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GLORIA
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la Eucaristía} si
110
se lo presentaban
en
forma
.' dé
cOlnedia.
,Por un -lado se rile
presen~a
una realidad
baja
y
COIllÚO, cOlupuesta de endémica miseria,
.en cuyo se1)O haraposo
y
vacío ' se
~gitaba l~
. gran masa de
la
Nación pidiendo destinos
al
rey,
á
los nobles las sobras de sus mesas,
á
IOB
.frailes el bodrio, y
á
la
política nuevas tierras
que expoliar.
Por
otro no veo más que hom–
bres bien alimentados,
á
quienes desltllubra
un
ideal de gloria
y
una dominación delluun- .
do, que cual sombra vana se desvanece al
fin,
dejándoles
c~n
la
mano puesta,en
láS
mechas
(){' sus
arcabuc~s
para matar pájaros.
En
el
arte veo también dos térm-in'os: los poetas
que cantan-el amor
y
el
honor,
y
lo's místicos
y
poetas de claustro, qtie pasan sus días bus–
cando fórmulas
nuev~s
para hacer compren–
d-er al pueblo. los dogmas sagrados. De estas
dos -"'musas, una sublima el amor -humano
y
otra
el
divino; pero empleando igualee formas
poéticas, iguales símiles, hasta iguales versos,
sin duda porque lenguas de
la
tierra
han
sido :
hechas para lo
humano
y
humanamente
lo
dicen todo.
~Los
poetas, los
' gra~des
guerreros, los teó–
logos, los hombres de inteligencia
cultivad~
entrevén una sociedad mejor; vislumbran un