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... 27U
B.- PÉRE,Z,
GALi>6s
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de Núestro
Se~or
Jesucrito
no '
prevalece~án
l~s
puertas del Infierno.»Y luego, volviendo
~i
"
humilde. rostro hácia el
O'rient~;
distingo una
.
.
'
"venerable
y
hermosa- figura. Al
yerla
liénas~ '
mi
co~az~n
de intensísima
co.ng<]ja
'y
Jas
lágd...
ma.s acuden
á
fijs
ojo~, considerand~
el
; ~,flic.
"
tivo estado en que
los ,
pervel'sos tiene!:! arque '
.' es antorcha
~splepdOrG8ís~Ó1,a
que ilumina
, e~.·
.
. "mundo. Lleno .de
admi
~aci.óny
respetó"
excla~
liO·:
c,(irande .eres·, ¡oh P,edro!
~o
sólo
pOl~
tus'
bondades,"
sino
po'r tus
m~rtirio~s·.
Tam,bién de
tí se puede decir 'que rasgaron tus ;-vestidtlras"y:
sobro' eltas echaron
suer~es.
¡Ay 'de lps jD?píos
,que
d~sPQés
de
de~ipojarte
te han encarceladol ,
Ya
l~s
ari'eglarán 10,s
~eh1ollios
'en el Infierno.
En tanto, ¡oh Pastor Santo! yo te s'aludo
COll
'1ágdma,~
én los ojos, yo canto un
hosanna
amo–
rosísim~
en tu presencia,
y
te
pi~o
la
bendi~
ció~ -
para que
se
.redoblen mis fuerzas, se enar-
, .' , dezca mi espíritu y no
de~maye
en la gran con–
ti,enda que se prepara.:t .
Terminado el discurso del valeroso joven,
recibió apretados abrazos de todos 108 concu–
rrentes,.
y
ent~nces
D.
J
uaa de Lantigua, sin
dejar su asiento, y con gl'an atención y reli–
gioso silencio de todos, dijo lo siguiente: _
c¿Me
atreveré, queridos -amigos
y
herma–
nos míos,
á
haceros
pl'esent.e
que
~par8
esta lo·,