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GLORIA
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l.es.Aq ni
brillab' un
melocotón, acullá
un
sa..
lero,
más lejos la' calva de D• .
J
uan Amarillo.
En cuanto
á
la parte
prill,cipal
del bapque- .
te, que
era 'la coinida,todos los elogios
que
de
'ella
se
hagan serán
pálidos
ante
la
realidad de
su abundancia
y
el exquisito sahor
de toda
ella, si
bien
era más rica
q,ue
fin~,
algo á la
pata la Hana, demasiado suculenta, comida es-
p ~~ ñola,
de
esa que
más parece
hecha
paraata-
"
rugar rústicos cuerpos que para deleitar deH-
cados
paladares.
'. \
Viérais .
allí
la sopa
de arroz
calduda,
que
bastabLpor sí sola á dejar ahito al más ham–
briento, .
y.
después los pollos con
tomate, pre–
cediendo
á
las
.magras, también
entomatadas.,
para
hacer
lugar á los finísimos pescados
can–
tábricos en picantes escabeches
ó
nadando
e~
salsas
ricas. Entre
ellos venían
las bermejas
langostas,
mostrando la carne como
nieve
den–
tro de la destrozada armadura roja,
y
los sa–
brosos percebes, como patas de cabra;
y
luego
volvía el imperio,de la
carne, representado en
piezas adobadas del animal que mira al suelo;
/
.
siguiendo á eeto chuletas
con
forro de fritura,
y
otras viandas
riquísimas
y
olorosas, acom–
panadas
~or
delante
y
por detrás de aceitunas,
pepinillos, rajas
de queso
flamenco
ó
de] país,
anchoas )' demás aperitivos, _sin que faltaran-