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B. PÉREZ GALDÓS
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-------~-----:-----....--.
cía
Y,la erudición de mi ilustre aUligó
el /gruu
I
católico
D. Juan de Lautigua,
-os
diría
á
qué
~xtremos
llegan
lá
impiedad y-osadía _
de
los
revolucionar ios, .
y
el
~prietó
en que
quieren –
. poner
á
10,s
hombres religiosos
y
pfos;
si~o
tu–
viera, repito ...
»
.
,,
1
D. -Silvestre se
atragantó ligeramente. 'fa-
dos
le oian con serenidad;
~n
los
l~bi<6s
de Don
J uan va gaba una sonrisilla que parecia
decir:
. e
~fás
valé que te -
calles.,
pedázo
de al-
~
cornoque.
.
1 -
- F ero, en ,fin , no
las tengo-al1adió
el cura
atleta::-llo tengo ni esa-- erudi.ción pasmos.a,
n i esa elocuencia fulgurante;
y
así es
-bien
que
I
le
ceda la palabra ...
-10h! si el 81'.
D .
Juan
nos
concediera oír
su palabra...
»
dij o Am-ar illo
cábece,Ru,do.
Lantigua se púso 'la mano en el
pech~
y
t osió.
«Setlores,
ll O~
puedo...:..:. dijo con humildad .
.-Rufael,
hable
usted , que- lo bará mejor
que,yo.
»
Del Horro se excusó con frases (le modes-
,
tia; pero al fiu, no pudiendo resistir
á
la su-
gestión de todos los convidados, que á un
tiempo
le apretaban
para
que
ba.blase,
se le ..
vantó, limpió
lss'gafas,
se
las
puso,
y
arquean–
.do
lus
cejas, habló de este modo :
,