GLORIA
239
mi8erablemen'te ansiosa,
co'mo dice San
Agu~tín ... También' es lllUy vituperable que hayas
.-.
,
guardado secreto.
~~sas
entrevistas ocultas son
muy impropias de una doncella pudorosa Y'
bien educada.
I~o'
que se esconde no púede ser
bueno. Sin
embarg~, ~ste
pecado, con ser tan
, grande y tal que jamás
10
creyera en
tí...
~
A Su Ilustrísima. se le turbó un poco la voz
por la emoción; mas dominándose,
p~osiguió:
cCon &1er tan grande tu pecado, no es imper–
donable, mayormente si estás dispuesta, co–
mo has dicho,
á
arrojar de
tí
esa insensata 11a·
ma, sofocándola con una aspiración firme
~a-
-cia el único soberano amor, que es el de Dios...
Para que veas cuán gra,nde es mi
toler~ncia,
te perdono _ también el que hicieras objeto de
tu pasión
á
un hombre que vive fuera de nues- ,
tra santa fe, pórq!le en verdad, debiste cerrar
prontamente tu herida, negándole al alma toda
comunicación
y
roce con el alma de un hereje.
y
reconociendo yo la seducción aparente de las'
prendas morales d,e ese joven,
á
quien ,estimé
mucho, extrafio que tú pudieras hallar verda–
dero encanto amoroso en quien carece ,de la
principal y más valiosa hermosura, que es
la
de la fe católica.
u
Pero me has manifestado tu
firme propósito de renunciar
á
la inquietud te–
nebrosa de ese amor, lo que es verdaderamente