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,.-
.
GLORIA.
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tirÓ~o ~ás
lejos-que pudo.
O~mo
se caza una
marip9sa
I
al
vuelo, Daniel.1e cazó la
~ano
y -"
se la
~besó
con_afán, diciendo:
e
Gíoria, ¿de qué quieres que hablemos?
Si
nada podemos decir que no sea triste CQmo
lQs
pensamientos .
d~J
cóndenado
á
muerte•.. ' ,
-Nosotros ta.mbién somos condenados á
/
muerte-dijo la sefio'rita retirando su mano.–
y
lo que es peor, condenados
inocente~
... " ,
-Como del presidio
1015 '
presidiarios-dijo
el hamburgués,-nosotros sacamps de ' nues–
tras cunas una marca en 'la fren te. Nadie en el
mundo nos la
pue,~e
quitar.
, -¿Nadie? No tanto-:'observó Gloria.--
Pidamos ,fuerza
á
Dios, y
Él
nos abrirá
ca-
.
mIno.
"
-Pe~o
se
necesit~
valor, un valor muy gran-
-
t
4é.,
vida mía.
-1Un valor muy
gr8n~e!
Por Dios-excla–
mó la doncella con pena,-no aumentes las
dificultades en vez de allanarlas.
,Si'
eres va-
liente, lo seré yo también.
,
-¿Por qué me responqes as1? ó. Querido
amor mío, cuando llegan los conflictos supre–
mos, los grandes sacrificios están cercs.
-Sí:
es preciso hacer un gran sacrificio,
Da–
niel; pero ese sacrificio lo debe hacer uno de los
dos. ¿A cuál le tocará, á
tí ó
á
mi?